Thursday, September 21, 2017

Sep. 20, 2017

Mamá y yo nos fuimos de viaje unos días esta semana. Es la primera vez que los dejamos a los dos solos y tú no estabas muy segura al respecto. Todas las mañanas me preguntabas que si ya era el día que nos íbamos. Todo eso cambió apenas llegó tía Maggi a casa. Le pedimos el favor de que les echara un ojo mientras nos íbamos y ella se quedó todas las noches con ustedes. Estuvieron tan a gusto con ella, que casi ni se dieron cuenta que no estábamos nosotros en casa.

Mientras viajábamos recibimos un mensaje de la tía diciéndonos que necesitaba la llave de nuestro cuarto porque Lorenzo estaba encerrado y no podían entrar a buscarlo. Resulta que para el cuarto, no existe una llave. Llamando a tu nana, me contó que habías encerrado a Lorenzo con llave en el cuarto porque se paraba frente a la televisión y no te dejaba verla. No había manera de abrir la puerta y mamá y yo estábamos enojadísimos a cientos de kilómetros de distancia sin poder hacer nada. Finalmente, pidieron ayuda a los conserjes del edificio, quienes se treparon por la ventana con una escalera haciendo que tu hermano llorara en pánico pero logrando la misión de abrir la puerta desde adentro. Ino llegó también al rescate justo cuando lograban finalizar la odisea. Aunque le pedí que por favor te regañara por haber hecho lo que hiciste, luego confesó que no tuvo el corazón para hacerlo. Te amo hija. Gracias por hoy.



No comments:

Post a Comment