El lunes regresaste de tu viaje a Puerto Rico y, como era de esperarse,
llegaste muy triste ya que te hacían falta tus abuelos. Con ellos pasaste 4 días,
inseparables! Desde la mañana a la noche aprovecharon para hacer cosas juntos
mientras mamá iba a un seminario de trabajo. En 4 días no supe absolutamente
nada de ti, excepto el medio segundo en que vi tu espalda mientras te alejabas
corriendo del teléfono en el que hablaba yo con mamá por FaceTime.
Como has estado triste
estos días desde tu regreso, te hemos corrido algunos gustos particulares que
has tenido como pedirme que durmiera en tu cama contigo, pedirle a mama que te
dejara quedarte en la escuela con ella después de tu salida (ella se va horas
después de tu hora de salida). También ir a comer paletas en pijamas y a ihop.
Así que hoy, luego de una fiesta de halloween a la que fuimos con tus primos y
tu hermano, fuimos a comer pancakes y waffles.
Lorenzo y tú no paraban de hacer escándalo en el restaurante. Entre las
risas de los dos, tú hablándole como si fueras su mamá leyéndole el menú de
ihop y él gritando incesantemente "papá, papáaaaa, papaaa," yo
pensaba: "si están así antes de comerse esos pancakes con sirope, qué
pasará después." Te amo hija. Gracias por hoy.