Thursday, March 30, 2017

Ene. 25, 2017

Cada día estás más cerca de comenzar el primer grado y ya tu escuela mandó la lista de útiles escolares que necesitarás para este año. Nos fuimos los cuatro entonces de compras para abastecerte de los artículos requeridos. Recuerdo que de niño, éste era uno de mis días favoritos, cuando escogía con mi mamá las cosas que llevaría a la escuela. Por supuesto mamá tuvo que editar tu shopping spree porque si dependiera de ti, comprarías los paquetes de 200 marcadores, maletas que parecían de viajes y unos sacapuntas que, francamente, no tienen por qué ser tan grandes (ni siquiera caben en una cartuchera).

El fin de semana fuimos hiking con unos amigos a subir la “montaña” que no llegamos a terminar la vez anterior a causa de la lluvia. El que hayamos traído a una amiguita para acompañarte creo que ayudó a que disfrutaras más de la extensa caminata. Aun así, casi casi que llegando a la cima le dijiste a mamá: “no quiero hacer esto nunca más!” Pues rápido se te olvidó porque al final me dijiste que la habías pasado muy bien y que querías conocer otros lugares.







Mientras cenábamos, te decía lo contento que estaba de que ibas para primer grado y conversábamos con mamá de que sería diferente a Kinder, que irías todo el día a la escuela en vez de solo la mañana, cuando nos interrumpes para decirnos: “uy también me van a crecer las boobies! Yo las voy a tener así de grandes como mamá verdad?” Pensé, que mamá vendría en seguida al rescate para ayudarme con una respuesta adecuada, pero no. Siguió comiendo muy tranquila mientras que yo, a tientas, lograba decirte que claro que algún día vas a tener boobies, pero que todavía falta mucho para eso y que además el tamaño no importa, que no tienes por qué preocuparte por eso. Afortunadamente ahí se acabó el tema. Por ahora. Te amo hija. Gracias por hoy.



Ene. 18, 2017

Ayer fue tu primer día de “veranito deportivo.” Estabas un poco preocupada, le comentaste a mamá, porque a ti “no te gustan los deportes,” y no estabas segura si ibas a disfrutar de éste curso de verano. Al principio no querías que mamá se fuera y te dejara ahí sola. Era temprano y muchos niños aún no habían llegado así que supongo que además de sentirte un poco solita, tendrías aprehensión de lo desconocido. Al volver a casa, sin embargo, no parabas de hablar del “veranito” y de cuánto te habías divertido. Y es que, además de las actividades que hicieron durante el día, luego llegaron tus amiguitas Daniella y Ellie, haciendo que te olvidaras por completo de que en algún momento no te gustó la idea de quedarte. En la noche ocurrió algo sin precedentes: nos dijiste que querías bañarte rápido y acostarte a dormir para que fuera ya hora de ir de nuevo a tu curso de verano. Si ayer te mostrabas reacia a ir, hoy fue todo lo contrario. Yo quería llevarte hasta el lugar de encuentro con los niños y tú me pediste que por favor no, que tu querías llegar solita. Hoy te daba pena que vieran tus amigos que te traía tu papá, ya que tú eres una “niña grande.” Finalmente pudimos llegar a un acuerdo y me dejaste acompañarte (sin agarrarte de la mano) hasta cierto punto y de ahí irías tu solita. Accedí, y luego de despedirnos me quedé escondido mirándote hasta ver que llegaste al lugar y te incorporaste con los niños que ya habían llegado.

Este fin de semana llegó tu nana nueva. Estábamos todos un poco nerviosos ya que la despedida de Esther obviamente no fue fácil, pero tanto tu como Lorenzo reaccionaron de la mejor manera. Apenas llegó Reina, la abrazaron y le dieron mucho cariño, dándole la bienvenida a casa. Poco a poco se irá acostumbrando ella a ustedes y ustedes a ella, pero por lo pronto, nos ha encantado a mamá y a mí lo acogedora que has sido con ella, a pesar de que inevitablemente la comparas con Esther en muchas cosas.


Quería contarte algo que me contó a mí tu mamá sobre el día en que viajaron los tres desde Puerto Rico. Mientras que ella estaba en el baño, ocupada contigo, con maletas y Lorenzo, tú te paraste tranquilita cerca de la entrada dándole la bienvenida a todas las mujeres que entraban al baño, deseándoles un buen viaje. Tu mamá me contaba con tanto orgullo, cómo tu simple gesto le transformaba la cara en sonrisas a todas las viajeras que entraban al baño, muchas de ellas evidentemente cansadas por su viaje o tristes por una amarga despedida. Luego llegó la señora que limpia los baños y, al ver que terminabas de lavarte las manos, te pasó unas hojas de papel toalla. En vez de usarlas para secarte las manos le dijiste a la señora que la ibas a ayudar y comenzaste a limpiar los lavamanos con el papel. Te amo hija. Gracias por hoy.



Ene. 11, 2017

Aun estás en Puerto Rico aprovechando los últimos días con Abi y Abu. La verdad es que han hecho de todo juntos. Ya no puedo ni contar la cantidad de parques a los que han ido, nos llevaron a la playa, a comer pinchos y alcapurrias al "Boricua," y lograste montarlos contigo a las "machinas." Creo que tus abuelos van a necesitar un par de días de descanso para reponerse de tu intenso régimen.
Como casi todos los años, celebraste el día de Reyes en Puerto Rico y no podía faltar la recolección de hierba para hacer la tradición completa. Tú y tu hermano fueron con Ina y Mamá a llenar sus cajas con comida para los camellos para que no lleguen a pasar hambre durante su visita a La Villa. Vi por las fotos que los visitantes les dejaron un reguero de hierba por toda sala, además de los regalos para cada uno de parte de los Reyes Magos. Tu hermano parece haber sido el más alegre con el perrito a control remoto que le trajeron; el hermano menor de "Caca Max."

Ya se acerca el día de tu partida y con él, llegan sentimientos encontrados sobre el querer regresar a tu hogar y el no querer despedirte de tus abuelos, ina, titís y amigos. Mamá me contó que le dijiste a tus abuelos que no te querías ir porque los ibas a extrañar muchísimo pero que al mismo tiempo querías regresar a casa porque me extrañabas a mí y querías estar conmigo. Ya falta poco mi amor, pero sé que disfrutarás al máximo el tiempo que te queda. Te amo hija. Gracias por hoy.



Ene. 4, 2017

Muy tristemente me tuve que despedir de ti y regresarme a Panamá al finalizar mis vacaciones. La noche antes de irme me pediste que te acompañara a dormir en tu cama porque no me ibas a ver en muchos días y así no te “olvidabas de mí”. Mi inminente partida intensificó tu preocupación sobre cuándo llegaría también tu momento de regresar a casa. Prácticamente desde el día en que llegaste, estás contando los días que faltan para volver y te atormentas pensando que falta poco tiempo (aun cuando te quedan semanas). Me recuerdas tanto a mi cuando tenía tu edad! Dice tu abuela que yo empezaba a estresarme de que ya nos íbamos, aun cuando acabábamos de llegar al sitio (sobre todo cuando íbamos a la playa o a la finca).

Estás en una etapa en la que siento que comienzas a cuestionar tu identidad y proveniencia. Te comparas con otras niñas, prestas atención a  sus acentos y preguntas mucho sobre tu ciudad natal. En tu educación tu madre y yo tratamos siempre de hacer énfasis en tu legado puertorriqueño (vives en Panamá, así que tu lado panameño está siempre latente), queriendo que crezcas siendo una completa “panarican,” no más panameña que boricua ni viceversa, para que compartas siempre las bondades que derivan de ser parte de dos culturas. Aunque a veces te confunde un poco el tema de si eres de un lado o del otro, preguntas que de dónde eres y además te gusta meter tu ciudad natal en la colada enredando aún más las cosas, no hay duda de que cuando estás en un país o en el otro, haces una completa inmersión cultural que incluye comidas, palabras, modismos y acentos. Lo que no deja de parecerme curioso es que siempre nos quieres corregir cuando te decimos que eres de Puerto Rico y de Panamá, y nos dices “yo soy de Miami.” Para ti la deducción es más fácil de esta forma: “donde naciste tú papá?” en Panamá. “Entonces eres de “Panamá.” “mamá en donde nació?” En Puerto Rico. “Entonces mamá es de Puerto Rico. Y, como yo nací en Miami, soy de Miami.” Me lo has pedido tantas veces, que tendré verdaderamente que llevarte de paseo a Miami a que conozcas aquel hospital, al lado del mar, en el que naciste. Te amo hija. Gracias por hoy.


 

Dic. 28, 2016

Ya estamos todos juntos en Puerto Rico, nuestra tradición navideña familiar. El 25 te despertaste más tarde de lo usual y yo había estado despierto desde temprano, ansioso por darte la sorpresa de mi llegada. Creo que aún estabas un poco dormida cuando saliste finalmente del cuarto porque al verme no reaccionaste, quedándote muda mirándome. No fue hasta que te di un abrazo, que te "despertaste" y me agarraste la mano para halarme hacia el arbolito de Navidad y así abrir tus regalos y los de tu hermano. Lo que más habías pedido en esta Navidad (además de Caca Max, el perro que hace caca) fue tu propia muñeca American Girl, de quien eres ahora inseparable.

Ayer tu Madrina hizo su ya famoso evento anual post navideño para los niños hijos de sus amigas. Aunque faltaron algunas amiguitas, estaban casi todos los que considero tu "banda" de Puerto Rico. Además de jugar entre todos, "Ina" los pone a hacer manualidades para el día de Reyes. Decoraron unas cajas de zapatos en donde el 6 de enero pondrán tú y Lorenzo, la hierba que darán de comer a los camellos de los Reyes Magos. Yo me voy antes del día de reyes así que me perderé de verlos llegar. A ti todavía te quedan unas semanas más, y menos mal porque así tendrás más oportunidad de que se te pegue el nuevamente el acento boricua que tanto me gusta. Te amo hija. Gracias por hoy.



Dic. 21, 2016

Ya se fueron los tres para Puerto Rico y yo me quedé atrás unos días. Tú no lo sabes aún, pero llegaré el 24, justo a tiempo para ayudarte a abrir los regalos de Santa al día siguiente.
Una noche, antes de irte, intentamos ir a patinar en hielo, pero luego de una hora y media de espera y en vista de que la espera seguiría en fila, decidimos irnos a comer un helado. Era un poco tarde. Rápidamente descubrimos que todo lo que se te antojaba estaba cerrado. Después de intentar sin suerte con tres lugares distintos, decidí invitarte a tomar un chocolate caliente y se te iluminaron los ojos.

Mientras hablábamos de la película "La vida secreta de las mascotas" (la habíamos visto en tele no hace mucho), te reías de la parte que salen bailando unas salchichas y me dijiste: "Quisiera ser una de esas salchichas para despertarme todas las mañanas y poder comer salchichas. Te imaginas? Solo me tengo que morder los brazos para desayunar y después me lleno toda de ketchup. Mmmmm. Delicioso ketchup." Te amo hija. Gracias por hoy.



Dic. 14, 2016

Llegó Camilo! Tu primo más pequeño acaba de nacer y tú parecías la persona más emocionada de todas por su llegada. Como eres la prima mayor, te crees la mamá de los pollitos y querías siempre estar pendiente de todo; por supuesto también están tus ganas perpetuas de cargarlo (a él y a cualquier criatura de tu tamaño o menos) como si fuera uno de tus muñecos. Ya que tus tíos pasarían un par de días en el hospital junto a Camilo, Santi vino a quedarse con nosotros por dos noches y estuviste todo el sábado preguntando ansiosa a qué hora iba a llegar él a nuestra casa.
Hoy fue un día muy especial porque fue tu último en preescolar. No puedo creer que ya vas para primer grado! Cuando empecé a escribirte este semanario, apenas comenzabas el maternal y ya hoy terminas aún otra etapa para comenzar la que dominará los próximos 6 años de tu vida. Antes de la entrega de tu diploma, tuviste tu presentación de fin de año en la cual tú y tus compañeros ponían en escena un circo. Tú eras maestra de ceremonias del circo y eras feliz en las partes que te tocaba bailar (pero por alguna razón hoy estuviste muy seria durante tus líneas en la obra).

Cuando todo acabó no querías irte de la escuela. Aunque todos tus amigos se fueran, tú querías quedarte el resto del día hasta que fuera hora de que Mamá tuviera que regresar a casa. Me dijiste que no querías ir a primer grado, que te gustaba kinder y tus teachers. Te entiendo. El cambio no es fácil, y mientras más creces y te vas a acostumbrando al estado actual de las cosas, más difícil se irá poniendo. Así que ésta es una pequeña, pero valiosa, lección de lo que vendrá en el futuro. Mientras te llevaba de regreso a casa me pedías que me quedara contigo todo el día, como sabía que estabas un poco triste, negocié contigo el que fuéramos a cenar (ya que no podía quedarme en casa) en nuestro último date del año. Durante la cena, hablamos un poco más sobre primer grado y tus preocupaciones, las cuales terminaron al llegar la comida, cuando me dijiste: "bueno, por lo menos en primer grado voy a tener dos recreos." Te amo hija. Gracias por hoy.



Dic. 7, 2016

"No papi, así no son las manos de ballet!" Me corregías mientras me hacías repasar contigo tu coreografía del baile de fin de año antes de dormir. Como no te convencían mis manos ni mis movimientos, decidiste que era mejor olvidarnos de la coreografía para enseñarme de la primera a la cuarta posición, y "si las haces bien, puedo enseñarte las demás." Por supuesto que también recibí una clase de estiramientos la cual tuve que parar abruptamente cuando te disponías a mandarme a hacer el split.

A veces antes de dormir te leo un libro; a veces me lees tú uno a mí y cuando te aburres de leer, me cuentas el libro a tu manera porque ya te los sabes todos de memoria (desde pequeña, mamá te lee todos los días y los únicos libros que no te sabes, son los que no te hemos regalado aún). Pero últimamente cuando yo te acuesto a dormir, hacemos algo diferente. Tomas tu globo terráqueo y le das vuelta hasta escoger un país con el dedo para luego hacerme muchas preguntas sobre él. Vemos fotos en mi teléfono de su gente, paisajes y comida y finalmente vemos qué tan lejos queda de Panamá. Ésta noche escogiste Canadá, y como el restaurante donde vamos casi todos los miércoles es un deli canadiense, quieres ir donde la dueña (quien siempre nos atiende) a contarle los que aprendiste (sobre todo, que te encanta que la bandera tenga la hoja del "árbol de sirope de pancake"). Te amo hija. Gracias por hoy.




Nov. 30, 2017

El tema del momento es tu baile de fin de año en ballet que fue este fin de semana pasado. Finalmente, luego de varios meses en que tuvimos prohibido ver tus coreografías (las teachers hasta taparon las ventanas de los salones para que los papás no pudieran ver los bailes durante las clases), pudimos ser testigos del producto de todo tu esfuerzo. Mamá y yo estamos tan orgullosos de ti por tu disciplina y las ganas que le metes al ballet, más aún ahora después de verte en este escenario haciendo lo que tanto te gusta.
Y es que el ballet es realmente algo que matas por hacer. Me sorprende ver el interés tan pronunciado que tienes por el baile, no te quieres perder ni una clase y, cuando no hay, preferirías estar bailando. Muchas veces te he encontrado bailando sola en casa, pero apenas te das cuenta que te estoy mirando, paras y te sonrojas. Ya nos anunciaste que el año que viene "tienes" que dar clases de jazz y tap también.
Hoy mientras cenábamos en nuestro restaurante después de tu clase te miraba dibujar, y leer cosas del menú. Estudiaba tu comportamiento, tu manera de expresarte y casi que pude sentir el tiempo pasar velozmente. De repente tienes 6 años y casi que ni me he dado cuenta. Sueñas desde ya con ser independiente; poder hacer las cosas sola es una constante ambición para ti (y a veces te cuesta pedir ayuda), y cada día es más notable tu modestia con el tema de tu cuerpo y cosas como cambiarte de ropa en público. En casa, te preparabas para un baño en la ducha, y mientras yo entré al baño para buscar algunas cosas tú me pediste que por favor me fuera: "papá, permiso necesito privacidad." Te amo hija. Gracias por hoy.




Nov. 23, 2016

Esta semana fue mi cumpleaños y no entendías por qué tú no estabas invitada a mi "fiesta." Te expliqué que no íbamos a una fiesta, solo a reunirnos con amigos y me preguntaste qué por qué no iba a Chuck E Cheese o a Divercity si era un cumpleaños. Así que bueno, tuviste que conformarte con cantarme happy birthday y comerte el cake especial de helado que me compró tu mamá. El cake de dairy queen que espero todo el año para comer.
Hoy mientras cenábamos en nuestro "date" me decías que querías tener un "Trapiche" tuyo propio (con eso querías decir que querías tener tu propio restaurante). Me dijiste que se iba a llamar "Hamburger Cinnabon Days," y no sé si debería asustarme o sentirme orgulloso de que se te hubiera ocurrido tal idea. Por supuesto tuve que consultar contigo cuál sería el menú: "Hamburger pero con cinnabon en vez de pan y en el medio blueberries con crema y miel. También va a haber Yogurt de Guanábana con Granola, muchas, muchas sodas, huevo porque va a haber desayuno y spaghetti con carne. Ah! Y se me olvidaba que también hay papitas con ketchup."

Antes de llevarte al ballet hoy, mamá te llevo al buzón de correo del polo norte para dejar tu carta de Santa Claus. Una vez hecho esto la acompañaste a ver unos colchones en una tienda de camas y, mientras la señora que atiende le mostraba los colchones a mamá, tu le preguntaste si necesitábamos uno nuevo porque papá se había orinado en el que teníamos. Te amo hija. Gracias por hoy.


Nov. 16, 2017

Hoy fuiste a una excursión con la escuela a Panamá la Vieja. Cuando te pasé a buscar para ir a ballet me contaste todo sobre cómo habían subido la torre y que la escalera tenía 115 escalones hasta la cima. Sé que te encanta Panamá la vieja por su historia de piratas y tesoros ya que me la has contado antes. Como tu mamá es maestra de kínder, también pudo ir al paseo con su grupo de estudiantes.
Hace unos días, en la playa, te enterraste algo en la planta del pie y aún no sabemos qué fue. Mamá consultó con el doctor sobre qué hacer y nos indicó que metiéramos tu pie en agua caliente por 15 minutos y luego aplicáramos un antibiótico. Tú estabas aterrada cuando hablamos de llamar al doctor, pero era porque pensabas que te iban a hacer una de dos cosas: 1. Inyectarte algo en el pie, o 2. Sacarte algo con pinzas. Cuando te explicamos que el tratamiento solo sería meter el pie en agua y poner medicina te alegraste tanto que ahora hasta me pides que te traiga el agua para meter el pie todas las noches.

Muy preocupada me preguntaste una mañana: "papá, tú conoces de un presidente malo que le ganó a los demás presidentes?" Al preguntarte quién te había hablado de eso, me dijiste que un niño del bus lo estaba contando y que "todo el mundo" sabía. "Me contó que se llama Trump y que tiene un edificio en Panamá. Nos va a hacer algo papá?" (Resulta además que el edificio del señor este queda cerca de nuestra casa y tú lo sabías). Como padre, siento unas enormes ganas de poder controlar en alguna medida la información que recibes y cada día el mundo se encarga de que eso sea más imposible. Hay millones de canales de información entre el Twitter, Facebook, instagram (y 20 más que no he usado nunca), aquel niño de tu salón, la tele, el radio, los podcasts... En los tiempos de mis padres solo habría que preocuparse de algún programa inadecuado en la tele o de la influencia de niños mayores, pero por lo general, todo lo demás se aprendía en casa y a su debido tiempo. Sólo me queda entonces esa esperanza de que lo que te podamos enseñar tu mamá y yo en casa, te guíe al encarar estos tiempos en que los niños están expuestos al mundo entero desde el día uno. Te amo hija. Gracias por hoy.



Nov. 9, 2016


Al considerar tener un segundo hijo siempre me preocupó el sentir que no iba a poder dividir ese amor que sentía por ti y compartirlo con otra persona. Ahora, entiendo que sí es posible. Mi relación con Lorenzo va creciendo todos los días, a medida que él crece y espero que no lo resientas. Espero que no me resientas cuando veas que reparto más mi atención entre los dos, porque siempre has sido tú el centro de todo para nosotros. Aunque al verte con tu hermanito, lo feliz que eres y lo mucho que lo cuidas, creo que vamos a estar muy bien.

La meta del momento es ayudarte a que dejes de Chuparte el dedo. Hace unos días fuiste donde tu dentista (mi tío Jaime) y te dijo que tenías que dejar de chupártelo antes de que mudaras los dientes de arriba. Así que esta semana haz hecho un esfuerzo para no meterte el dedo a la boca y con gran resultado, solamente haciéndolo a la hora de dormir. Para darte un incentivo te llevé hoy a nuestro restaurante de siempre (porque eso fue lo que tú pediste) y terminaste conociendo a la dueña, quien te regaló unos chocolates para el postre.

Hoy no trajimos los zapatos de ballet al ensayo de tu baile final (los dejamos en casa aún después de que tu mamá nos lo recordó a ti, a tu nana y a mí). En el estudio tienen una caja con zapatos viejos de otras alumnas y te probé 20 pares diferentes Hasta que encontré un par que te servía, solo que había un problema: eran de color rosa brillante y no del color de los zapatos de ballet regulares. Estabas indignada de que yo te mandara así a la clase y me dijiste que a la Teacher no le iban a gustar esos zapatos así que al llevarte al salón le dije a la maestra, sin que te dieras cuenta, que estabas apenada por los zapatos y que por favor te dijera que esos estaban bien para el ensayo. Te amo hija. Gracias por hoy.


Nov. 2, 2016

Este fin de semana fuimos a quedarnos en un hotel que queda muy cerca de la selva y en donde tienen un orquidiario, un criadero de mariposas y uno de ranas que fuimos a visitar. Sorprendentemente estabas muy atenta a todo lo que la guía decía de las orquídeas, mientras yo me perdía la mitad de la charla por estar correteando a Lorenzo quien sólo quería salir corriendo sobre las piedras y el lodo. Comprobé nuevamente tu habilidad de hacer amigos cuando al regresar del tour te le acercaste a una niña cerca de la piscina y simplemente te le presentaste: "hola, soy Valentina, quieres jugar conmigo?" Y así de fácil adquiriste una compañera de juegos para que fin de semana. Me encanta que tengas la seguridad suficiente para atreverte; siempre que vamos a algún sitio terminas rodeada de nuevos amigos.
Mientras estábamos en la mesa cenando tratabas de leer las palabras en mi camiseta con cierta dificultad. Las letras leían "Purdue University" y Me preguntaste por su significado. Te conté que esa era la universidad en donde había estudiado y donde mamá y yo nos habíamos conocido. Eso llamó tu atención y dió inicio a una serie interminable de preguntas como: "estaban juntos en el salón?" "Y entonces cómo se conocieron?" "Jugaban juntos en el recreo?" "Y a qué jugaban?" Tu madre y yo ambos nos miramos sin saber qué responder.

Mientras escribo estas líneas te veo dormir en tu cama. Mamá te prometió (en nombre mío) que yo iría a dormir a tu cuarto esta noche para acompañarte (aun no tengo claro por qué razón). Después de un día muy activo en donde jugaste todo el día con Marifer y luego fuimos al cine con ella y tu amiga, la otra Valentina, quedaste rendida e inmóvil regalándome solo una minúscula esquina de tu cama en donde acostarme. Te confieso que no llegué a terminar de contarte todo esto en el "miércoles" ya que me quedé dormido a tu lado observándote. Te amo hija. Gracias por hoy.