En la tarde cuando te pasé a recoger, te pedí que me acompañaras al súper mercado para comprar unas manzanas verdes para mi tío Miguel, quien está enfermo en el hospital y le provocaba comerse unas. Tú me dijiste que tú misma las querías escoger y pesar antes de comprarlas así que para allá fuimos. Estando frente a las manzanas, te deje por segundos en la carretilla mientras buscaba la bolsa plástica en donde meterlas y cuando me volteo, vi que habías tomado una de las manzanas del mostrador y estabas a punto de morderla. Ya hasta la tenías metida en la boca. Estando en el súper te pregunté si querías que te comprara algo y me dijiste que querías comprarle unas flores a mama. Te lleve en donde estaban todas para que tú misma las escogieras y después de unos minutos de examinarlas cuidadosamente, te decidiste por unas flores rosadas. Como me enterneció que no me pediste nada para ti, te ofrecí comprarte un juguito de uva, de los que tanto te gustan, pero con la condición de que cuando llegáramos a casa te tenías que comer toda la comida para poder tomarte el jugo.
Lo primero que hiciste cuando llegamos fue darle las flores a tu nana para que las pusiera en un envase con agua en nuestro cuarto, y así mamá las viera cuando llegara a casa. Tal como prometiste, te comiste toda tu comida y nos fuimos a ver Umi Zumi al cuarto un ratito, pero luego empezó a llover durísimo y así pegaditos los dos en la cama, nos quedamos completamente dormidos. Te amo hija. Gracias por hoy.
Lo primero que hiciste cuando llegamos fue darle las flores a tu nana para que las pusiera en un envase con agua en nuestro cuarto, y así mamá las viera cuando llegara a casa. Tal como prometiste, te comiste toda tu comida y nos fuimos a ver Umi Zumi al cuarto un ratito, pero luego empezó a llover durísimo y así pegaditos los dos en la cama, nos quedamos completamente dormidos. Te amo hija. Gracias por hoy.