Ahora, mientras escribo estas líneas, te encuentras en la
parte final de un día muy divertido para ti. Yo me tuve que ir a trabajar pero
mamá los llevó a Lorenzo y a ti a una fiesta de Halloween, a la cual fueron
disfrazados de Elsa y Olaf. Ya me contarás después como te fue (espero que me
traigas chocolates como te pedí). Hoy fue un miércoles como nuestros miércoles
de antes! Salvo por las cortitas horas en que estuviste en la escuela, nos pasamos
el día juntos desde el desayuno, hasta que tuve que venirme al trabajo. Ahora
que mamá también regresó al trabajo, nos puede acompañar a los dos a desayunar
tempranito y luego se van las dos juntas para la escuela.
Cuando pasé a recogerte más tarde, te pregunté qué querías
hacer y me dijiste mil cosas así que tuve que reducir la lista de opciones y
darte a escoger entre esas. Decidiste, como primer orden del día, que íbamos a
ir a la piscina. Apenas llegamos a casa nos cambiamos y nos fuimos directo al
agua a jugar a que tú eras una niña australiana que se convierte en sirena y
con su magia, lucha contra el malvado tentáculo de agua (osea, yo) que amenaza
con aterrorizar el pueblo. Un ratito después llegó tu abuela de visita así que nos
salimos del agua y el terrorífico tentáculo de agua vivió para asechar un día
más.
Los juegos no pararon ahí, ya que hicimos un cohete con
globos que salía disparado por toda la casa y que fue súper divertido hasta que
se rompió el único globo que teníamos. No te preocupes que ya puse “globos” en
la lista del próximo super mercado. Hoy también te convertiste en mi propia
chef privada. “qué quiere hoy para comer señor?” (tú, además de ser la chef,
también eres la mesera y la que limpia el restaurante) Bueno, yo quisiera un
spaghetti con salsa de carne, te dije. “Solo tenemos Hamburguesas y Mac &
Cheese. Pero le puede agregar vegetales al Mac & Cheese si desea.” Luego de
un rato me traes un plato avisándome que se acabó el Mac, pero tienes el cheese
y que además me vas a dar un donut de postre. Te amo hija. Gracias por hoy.