Wednesday, October 28, 2015

Oct. 27, 2015

Ahora, mientras escribo estas líneas, te encuentras en la parte final de un día muy divertido para ti. Yo me tuve que ir a trabajar pero mamá los llevó a Lorenzo y a ti a una fiesta de Halloween, a la cual fueron disfrazados de Elsa y Olaf. Ya me contarás después como te fue (espero que me traigas chocolates como te pedí). Hoy fue un miércoles como nuestros miércoles de antes! Salvo por las cortitas horas en que estuviste en la escuela, nos pasamos el día juntos desde el desayuno, hasta que tuve que venirme al trabajo. Ahora que mamá también regresó al trabajo, nos puede acompañar a los dos a desayunar tempranito y luego se van las dos juntas para la escuela.

Cuando pasé a recogerte más tarde, te pregunté qué querías hacer y me dijiste mil cosas así que tuve que reducir la lista de opciones y darte a escoger entre esas. Decidiste, como primer orden del día, que íbamos a ir a la piscina. Apenas llegamos a casa nos cambiamos y nos fuimos directo al agua a jugar a que tú eras una niña australiana que se convierte en sirena y con su magia, lucha contra el malvado tentáculo de agua (osea, yo) que amenaza con aterrorizar el pueblo. Un ratito después llegó tu abuela de visita así que nos salimos del agua y el terrorífico tentáculo de agua vivió para asechar un día más.  


Los juegos no pararon ahí, ya que hicimos un cohete con globos que salía disparado por toda la casa y que fue súper divertido hasta que se rompió el único globo que teníamos. No te preocupes que ya puse “globos” en la lista del próximo super mercado. Hoy también te convertiste en mi propia chef privada. “qué quiere hoy para comer señor?” (tú, además de ser la chef, también eres la mesera y la que limpia el restaurante) Bueno, yo quisiera un spaghetti con salsa de carne, te dije. “Solo tenemos Hamburguesas y Mac & Cheese. Pero le puede agregar vegetales al Mac & Cheese si desea.” Luego de un rato me traes un plato avisándome que se acabó el Mac, pero tienes el cheese y que además me vas a dar un donut de postre. Te amo hija. Gracias por hoy. 



Wednesday, October 21, 2015

Oct. 21, 2015

Éste fin de semana nos reunimos en casa de tu padrino para decorar calabazas de Halloween con varios de tus amiguitos y los de tu primo Santi. Tia Kayla organizó todo un espacio de juegos y manualidades en la terraza para que ustedes pudieran pintar, ensuciar, derramar y desordenar hasta la saciedad sin causar problemas. Al final terminamos con 7 originales calabazas y cada uno se llevó la suya  a su casa en preparación para la noche de brujas.












He notado que en las noches, en vez de estar cansada  y quedándote dormida, aun después de un día de actividad plena, tu energía llega a su máxima expresión. Es como si, al saber que ya pronto tienes que acostarte a dormir, aprovechas para sacarle hasta la última gota de emoción a tu día. Hace unos días compré un juego de radios portátiles (aquí les decimos walkie talkies) y te ha parecido de lo más divertido jugar con ellos en casa, así que antes de dormir anoche, jugamos a las escondidas por el apartamento mientras hablábamos por los radios y te iba diciendo si estabas cerca o lejos de encontrarme. Luego de eso, una vez con tu pijama puesto me llamas y me dices, “Papá, por favor préstame atención, que te voy a enseñar algo.” Entonces tu mamá pone música en su celular y tu arrancaste a bailar inspirada y con qué alegría! Por penosa, mirabas al piso o a un ladito, pero a cada ratito me lanzabas una mirada esquiva para asegurarte que yo aún estaba observando tu rutina. La verdad es que no podía quitarte los ojos de encima; me encantó verte tan contenta y tan libre como cuando bailabas. Antes de dormir, me confesaste que a veces le decías a tus amigos que estabas en ballet (aunque no es cierto) porque tú tienes muchas ganas de aprender y querías tomar clases. Por supuesto que te prometí que el año que viene te metemos en clases de ballet para que sigas fomentando tu actual pasión por el baile. Te amo hija. Gracias por hoy. 



Oct. 14, 2015

Bebes y más bebes! Ese es tu mundo ahora, rodeada de cada vez más niños en la familia. Como eres la mayor en casa, la prima mayor y además la mayor entre los hijos de mis primos, te sientes como una mama gallina con sus pollitos. La semana pasada nos trajo a tu más reciente prima, Amelia, y como has estado teniendo practica con tu hermanito, te sobran las ganas de agarrar a la bebecita, cargarla y apretarla, pero para eso tendrás que esperar! Es increíble verte con los niños más pequeños que tu porque te crees tan grande que puedes decirles que hacer y crees que los puedes cargar a todos como si fueran tuyos. Este fin de semana tu padrino te llevo a la playa y se juntaron con amigos que también tienen una niñita, pero más pequeña que tú. Me cuentan que también estabas detrás de ella “cuidándola.”

Alguna vez leí que los niños comienzan a entender la irrevocabilidad de la muerte entre los 4 y 5 años de edad. Justamente cerca de los 4 años empecé a notar que tú tenías interés en el tema y algún tipo de percepción rudimentaria de lo significaba el que alguien no esté más con nosotros. En mi corto tiempo como padre, éste ha sido uno de los temas más complicados para mí, personalmente, de abordar contigo cuando me preguntas algo al respecto. Y es que, la idea de yo faltarte algún día es tan fuerte, que no quisiera ni imaginar cómo sería para ti el tan siquiera pensar en eso. En estos días le preguntabas a tu mamá: “cuando tú seas viejita, todavía vas a ser mi mamá? Y cuando seas viejita te vas a seguir llamando Mariel?” y así seguiste también preguntando por otras personas y si se iban a seguir llamando igual en la vejez. Me confunde un poco tu interés por saber si las personas mantendrían su mismo nombre, pero algo que tu mamá dijo me hace mucho sentido, y es que creemos que tú piensas que cuando uno es viejo, se convierte como en otra persona. Será por todos los cambios físicos que al final terminan en mostrar una persona que parece distinta? Con el pelo blanco, las arrugas y su lento andar?

Un día perdí unas monedas que tenía dentro del bolsillo y pensé que quizá se cayeron en la cama cuando estaba acostado pero nunca las encontré. En otra ocasión, volvió a pasar lo mismo, y estaba tan seguro de tener las monedas que me pareció muy raro no poderlas encontrar. El misterio de las monedas finalmente se esclareció una vez que te pillé tomando mis monedas de la mesita de noche y llevándolas a tu alcancía! Entonces te dije que no podías simplemente llevarte mis monedas sin decirme nada, “pero papá” me dijiste, “yo quiero echar las monedas en mi alcancía para llenarla.” Fue entonces cuando llegamos al acuerdo de que si las monedas te las “encuentras” en la cama, indicando que se me cayeron del bolsillo, las puedes tomar para ti. Hoy fue uno de esos días y me viniste a avisar que te estabas llevando unas monedas para tu alcancía porque estaban perdidas en mi cama. Te amo hija. Gracias por hoy.



Wednesday, October 7, 2015

Oct. 7, 2015

Todos los padres nacimos preparados para aceptar la belleza, la bondad y lo maravilloso en nuestros hijos. Sin embargo nadie nos prepara ni nos enseña a internalizar aquellos defectos, comportamientos, actitudes o situaciones poco ideales causadas por ellos. Esta es la parte más difícil para mí como papá en esta etapa de tu vida. Supongo que hasta cierto punto, como padres, tendemos a ver el comportamiento de nuestros hijos como un reflejo de lo que hacemos nosotros, o de aquello que ven en casa, y, aunque este no llegara a ser el caso, es igual motivo de frustración. Debo confesarte, mi adorada Valentina, que hoy estoy un poco molesto contigo… mas bien, frustrado. Hoy dijiste una mentira que me molestó, sin embargo la razón de mi frustración es que no es la primera vez y tengo miedo que el mentir se convierta en un patrón del cual luego sea más complicado salir. Una mentirita por aquí, una mentirita por allá, luego se convierte en una gran mentirota (o varias) que te pueden afectar mucho y no quiero ver que eso pase. Mamá te ha comprado libros al respecto y te hemos hablado sobre el tema, por separado, para que sepas que ambos estamos en desacuerdo con ese comportamiento. Un día quizá mientes sobre quién derramó el jugo, o dices que no hiciste algo que ya nos han dicho que hiciste, o mientes sobre haber dicho una mentira, en fin, ahora pueden parecer pequeñeces pero siento que este es el momento de enseñarte a ser una mujer de bien, el momento en que tu carácter empieza a formar lo que será tu brújula moral en los años venideros. Mientras tanto seguiremos tratando de darte el mejor ejemplo y mostrándote que las palabras, no sólo las acciones, traen consecuencias. Decidimos castigarte hoy, quitándote privilegios de ver tele, leerte libros e ir al parque. Parece que lo tomaste bien, y pareces haber entendido y aceptado  la razón del castigo, aun así para mí (y seguro para tu mamá también) castigarte es igual de doloroso que para ti. Créeme.

Ayer te acompañé a una fiesta de cumpleaños en Chuck E. Cheese, y como fuimos los primeros en llegar tenías el parque prácticamente que solo para ti. Obviaste completamente las monedas para las maquinitas y te fuiste directamente al área de juegos, de donde sacarte es prácticamente imposible porque te me escondes entre redes, tubos y toboganes. Así jugamos a las escondidas un rato tú y yo hasta que llegó tu pequeña  banda de amigos de la escuela y me dijiste ciao por las próximas dos horas. Me encanta verte desde lejos jugar con tus amigos, ver cómo te desenvuelves con  otros niños (cuando piensas que nadie te ve) y me da mucha tranquilidad ver tu seguridad al interactuar con ellos. Una vez me dijo un señor, mientras esperábamos por un vuelo en el aeropuerto antes de que tú nacieras, “Ser padre es preocuparse el resto de tu vida.” Ahora entiendo lo que quiso decir esa persona, y también entiendo por qué también, aun siendo eso cierto, no cambiaría ser tu papá por nada en el mundo. Te amo hija. Gracias por hoy.



Thursday, October 1, 2015

Sep. 30, 2015

Leer y escribir (bueno, tratar de hacerlo) se han convertido en unas de tus actividades favoritas. Cada día que pasa incrementa tu interés por las letras y las practicas todo el tiempo, escribiendo en cuanta superficie te encuentres, hasta en los vidrios de la ducha cuando están empañados por la humedad (por lo menos aun no utilizas las paredes de casa para practicar). En la escuela te han puesto a hacer unos mini libritos para practicar las letras y cada librito se ocupa de presentar una letra con diferentes ejemplos. El otro día llegaste a casa y me regalaste el libro de la letra T para que “lo tengas siempre contigo, papa.” Aun lo llevo en mi wallet guardado y seguramente a ti ya se te olvidó que alguna vez me lo diste.

Ahora que tienes 5 años y ya eres una “niña grande,” te has tomado aun mas a pecho el rol de hermana mayor. Tu nueva cosa favorita para hacer con Lorenzo es sacarle los gases después que tu mami le da de comer. Con mucha emoción pides que te lo pongan encima y empiezas a darle palmaditas en la espalda. Otra cosa que te encanta hacer es avisarnos (a veces a gritos) cuando él tiene un buche, pero te gusta aun mas limpiarle la boquita tu misma.

Esta mañana me informaron que ganaste un premio por haber participado en un concurso infantil de fotografía. Hace unas semanas tu personalmente llevaste tu foto a la oficina del concurso para entregarla y la verdad es que tanto a mamá y a mi se nos había olvidado el asunto hasta la mañana de hoy. No imaginas el orgullo que sentí al ver tu nombre en un certificado otorgado por tomar tú misma una fotografía y voy a procurar enmarcarlo junto a la foto una vez me la devuelvan luego de ser expuesta. No aguanto las ganas de poder compartir contigo este amor por la fotografía de ahora en adelante. Te amo hija. Gracias por hoy.




Sep. 23, 2015

Esta mañana mientras corría por la acera cerca de casa vi un papá haciendo ejercicio mientras empujaba a su hijo de algunos cuantos meses en su coche y le cantaba a todo pulmón “free falling” de Tom Petty. El bebé reía y la felicidad de ambos era contagiosa. Tuve que parar entonces por unos segundos porque en ese momento me sobrevino el recuerdo de tu y yo en exactamente la misma situacion hace ya algunos años, cuando te tenía solita para mi la mayor parte del día; cuando eras apenas una bebé aprendiendo a caminar. Hoy cumples 5 años y aun no me lo creo. Aunque de cuerpo y mente estás obviamente mucho mas grande (y según el Dr. hoy pesas 40lbs!) mis ojos aun te ven como la niña que salía a hacer ejercicio conmigo en su coche.

Aunque el sábado pasado celebramos tu cumpleaños con tus amigos mas cercanos en una tarde de pizzas y juegos, hoy fuimos tu mamá, tu abuelo y yo a tu escuela para cantarte feliz cumpleaños y llevarles donuts a tus compañeros de salón. Después de la actividad en tu salón obviamente no querias que nos fueramos sin ti así que pedimos permiso y te llevamos con nosotros para la casa temprano y nos acompañaste a llevar a tu hermanito a su cita con el pediatra. Aunque la visita no era propiamente para ti, tu ibas aterrada de que te fueran a poner una injeccion, sin embargo, en el momento que llegamos y el Dr. anunció que no tenía aun las vacunas, tu preocupación se esfumó por completo y te convertiste en su ayudante para examinar a Lorenzo.


Esta semana en la escuela han tenido una venta de libros para niños asi que mamá te dio dinero para que compraras el libro que tu quisieras. Un día llegaste con un libro para ti, pero al día siguiente llegaste emocionada a la casa porque le habías traido un libro a tu hermano que tú misma escogiste! El libro era perfecto para niños pequeños ya que escogiste uno con figuras de dinosaurios bebés. La parte mas interesante del cuento es que mamá te había dado $10.00 y tu libro costó $10 así que no quedaba claro de donde habías sacado los $4 adicionales para comprarle el libro a tu hermano. En tu afán de regalarle el libro a tu hermano, simplemente te emocionaste tanto que te lo llevaste a casa y quedaste debiendole a la señora el dinero el cual le pagaste hoy cuando fuimos por ti a la escuela. Te amo hija. Gracias por hoy y estos últimos 5 años. 



Sep. 16, 2015

Hoy celebramos el cumpleanos de tu abuela Ia, y nos fuimos todos a su casa a cenar tacos. Estabas feliz de ver a tu primo Santi, sobretodo porque ya no se ven tanto como antes que vivíamos al lado. Luego entre risas, juegos, peleas entre los dos, llantos, gritos, algarabía, pasamos la noche rodeando a tu abuela de sus nietos. No pude evitar pensar, al ver la casa nueva de mis padres, que fue antes la de mis abuelos, en las vueltas que da la vida, cuando ahora son mis hijos y mis sobrinos los que llenan los pasillos con su estruendo; aquellos mismos pasillos que escucharon mis gritos y risas ya hace un tiempo atrás.
Cada vez mas siento que estas mejor con Lorenzo. Si bien es necesario que procuremos no dejarte sola con el bebe (al fin y al cabo solo tienes 4 años) porque te encanta tocarlo, cargarlo y agarrarlo, también es cierto que los momentos mas mágicos entre tu y tu hermano, ocurren cuando tu crees que nadie los esta viendo. Mientras mamá y yo hacíamos cosas en la cocina, te espiamos mientras traías uno de tus libros a la sala en donde estaba tu hermano en su columpio, y te sentaste frente a el a leerle tal cual lo hacemos nosotros contigo.

El otro día les traje a ti y a mama una deliciosa paella que había cocinado mi tio para su cumpleaños. Mientras las dos compartían la comida, te diste cuenta que en el plato de mama había una almeja, una almeja con todo y su concha! Para ti, esto fue algo increíble. Te impresiono tanto que hubieran conchas en la comida de mama que empezaste a formular teorías para explicar como es que había llegado la almeja hasta el plato. “Como llego ese caracol aquí mama? Creo que se vino caminando desde el mar hasta tu comida.” Para ti, era imposible que alguien le hubiera echado una almeja al arroz, seguramente ella tendría que haber llegado por sus propios medios. Te amo hija. Gracias por hoy.