Éste fin de semana nos reunimos en casa de tu padrino para
decorar calabazas de Halloween con varios de tus amiguitos y los de tu primo
Santi. Tia Kayla organizó todo un espacio de juegos y manualidades en la
terraza para que ustedes pudieran pintar, ensuciar, derramar y desordenar hasta
la saciedad sin causar problemas. Al final terminamos con 7 originales
calabazas y cada uno se llevó la suya a
su casa en preparación para la noche de brujas.
He notado que en las noches, en vez de estar cansada y quedándote dormida, aun después de un día
de actividad plena, tu energía llega a su máxima expresión. Es como si, al
saber que ya pronto tienes que acostarte a dormir, aprovechas para sacarle
hasta la última gota de emoción a tu día. Hace unos días compré un juego de
radios portátiles (aquí les decimos walkie talkies) y te ha parecido de lo más
divertido jugar con ellos en casa, así que antes de dormir anoche, jugamos a las
escondidas por el apartamento mientras hablábamos por los radios y te iba
diciendo si estabas cerca o lejos de encontrarme. Luego de eso, una vez con tu
pijama puesto me llamas y me dices, “Papá, por favor préstame atención, que te
voy a enseñar algo.” Entonces tu mamá pone música en su celular y tu arrancaste
a bailar inspirada y con qué alegría! Por penosa, mirabas al piso o a un
ladito, pero a cada ratito me lanzabas una mirada esquiva para asegurarte que
yo aún estaba observando tu rutina. La verdad es que no podía quitarte los ojos
de encima; me encantó verte tan contenta y tan libre como cuando bailabas.
Antes de dormir, me confesaste que a veces le decías a tus amigos que estabas
en ballet (aunque no es cierto) porque tú tienes muchas ganas de aprender y
querías tomar clases. Por supuesto que te prometí que el año que viene te
metemos en clases de ballet para que sigas fomentando tu actual pasión por el
baile. Te amo hija. Gracias por hoy.
No comments:
Post a Comment