Últimamente hemos
comenzado una nueva tradición, la cual consiste en que te despiertas cerca de las 6am y te cruzas para nuestro
cuarto a seguir durmiendo. Puedo decir que se ha convertido en uno de mis momentos
favoritos del día porque llegas y te acuestas muy cerquita mío y me pides “acurrucarte”
conmigo. A esta hora usualmente ya tu mamá se ha ido, o está en proceso de irse
al trabajo así que nos quedamos solo tú y yo hasta que me toca a mí levantarme
para irme a trabajar. Hoy, sin embargo, tuve que despertarme antes que tú
llegaras y salir a llevar mi carro al taller. Cuando regresé a casa, estabas
molesta conmigo porque no pudiste acurrucarte en la cama con nadie y no querías
bajar a desayunar conmigo hasta que finalmente pude convencerte.
Cada día te
gustan más los libros. Aunque te leo en varias ocasiones, tu mamá ha hecho su misión
el leerte desde que estabas en su barriga. Anoche ella te iba a leer un cuento,
pero para mi sorpresa, la que nos leyó el cuento a tu mamá y a mí, fuiste tú.
Los cuentos que ya te sabes nos los vas narrando tal y cómo recuerdas que te los
han contado, y los libros más nuevos te los inventas. Me encanta que sientas
ese aprecio por los libros que tenemos tu madre y yo. Mientras te leía yo un
libro sobre piratas, me interrumpiste de repente para contarme tú misma una
historia: “papá, te sabes el cuento de los piratas de Panamá?” sorprendido un
poco por esta repentina pregunta te pregunté a ti, que a cuál cuento te referías,
y procediste a contarme (en una condensada y concisa versión) la historia del
ataque de Henry Morgan a la ciudad de Panamá la Vieja y su posterior
destrucción por fuego. Es bueno saber que en la escuela te enseñan historia de
este tipo, la verdad no me esperaba que hablaran de estas cosas con niños tan
pequeños.
Me despido de ti
por el momento, voy a descansar, ya que tu más reciente “juguete,” (un “tren”
hecho a mano con cajetas de cartón, vagón incluido) requiere de mi esfuerzo
para empujarte por toda la casa haciendo paradas frecuentes sólo para recoger
en el camino a tus amigos elefantes para llevarlos a tu circo a tiempo para la
siguiente función. Te amo hija. Gracias por hoy.