Wednesday, September 17, 2014

Sep. 17, 2014

Últimamente hemos comenzado una nueva tradición, la cual consiste en que te despiertas  cerca de las 6am y te cruzas para nuestro cuarto a seguir durmiendo. Puedo decir que se ha convertido en uno de mis momentos favoritos del día porque llegas y te acuestas muy cerquita mío y me pides “acurrucarte” conmigo. A esta hora usualmente ya tu mamá se ha ido, o está en proceso de irse al trabajo así que nos quedamos solo tú y yo hasta que me toca a mí levantarme para irme a trabajar. Hoy, sin embargo, tuve que despertarme antes que tú llegaras y salir a llevar mi carro al taller. Cuando regresé a casa, estabas molesta conmigo porque no pudiste acurrucarte en la cama con nadie y no querías bajar a desayunar conmigo hasta que finalmente pude convencerte.

Cada día te gustan más los libros. Aunque te leo en varias ocasiones, tu mamá ha hecho su misión el leerte desde que estabas en su barriga. Anoche ella te iba a leer un cuento, pero para mi sorpresa, la que nos leyó el cuento a tu mamá y a mí, fuiste tú. Los cuentos que ya te sabes nos los vas narrando tal y cómo recuerdas que te los han contado, y los libros más nuevos te los inventas. Me encanta que sientas ese aprecio por los libros que tenemos tu madre y yo. Mientras te leía yo un libro sobre piratas, me interrumpiste de repente para contarme tú misma una historia: “papá, te sabes el cuento de los piratas de Panamá?” sorprendido un poco por esta repentina pregunta te pregunté a ti, que a cuál cuento te referías, y procediste a contarme (en una condensada y concisa versión) la historia del ataque de Henry Morgan a la ciudad de Panamá la Vieja y su posterior destrucción por fuego. Es bueno saber que en la escuela te enseñan historia de este tipo, la verdad no me esperaba que hablaran de estas cosas con niños tan pequeños.

Me despido de ti por el momento, voy a descansar, ya que tu más reciente “juguete,” (un “tren” hecho a mano con cajetas de cartón, vagón incluido) requiere de mi esfuerzo para empujarte por toda la casa haciendo paradas frecuentes sólo para recoger en el camino a tus amigos elefantes para llevarlos a tu circo a tiempo para la siguiente función. Te amo hija. Gracias por hoy.



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