Al considerar tener un segundo hijo siempre me preocupó el sentir que no
iba a poder dividir ese amor que sentía por ti y compartirlo con otra persona.
Ahora, entiendo que sí es posible. Mi relación con Lorenzo va creciendo todos
los días, a medida que él crece y espero que no lo resientas. Espero que no me
resientas cuando veas que reparto más mi atención entre los dos, porque siempre
has sido tú el centro de todo para nosotros. Aunque al verte con tu hermanito,
lo feliz que eres y lo mucho que lo cuidas, creo que vamos a estar muy bien.
La meta del momento es
ayudarte a que dejes de Chuparte el dedo. Hace unos días fuiste donde tu
dentista (mi tío Jaime) y te dijo que tenías que dejar de chupártelo antes de
que mudaras los dientes de arriba. Así que esta semana haz hecho un esfuerzo
para no meterte el dedo a la boca y con gran resultado, solamente haciéndolo a
la hora de dormir. Para darte un incentivo te llevé hoy a nuestro restaurante
de siempre (porque eso fue lo que tú pediste) y terminaste conociendo a la
dueña, quien te regaló unos chocolates para el postre.
Hoy no trajimos los zapatos de ballet al ensayo de tu baile final (los
dejamos en casa aún después de que tu mamá nos lo recordó a ti, a tu nana y a
mí). En el estudio tienen una caja con zapatos viejos de otras alumnas y te
probé 20 pares diferentes Hasta que encontré un par que te servía, solo que
había un problema: eran de color rosa brillante y no del color de los zapatos
de ballet regulares. Estabas indignada de que yo te mandara así a la clase y me
dijiste que a la Teacher no le iban a gustar esos zapatos así que al llevarte
al salón le dije a la maestra, sin que te dieras cuenta, que estabas apenada
por los zapatos y que por favor te dijera que esos estaban bien para el ensayo.
Te amo hija. Gracias por hoy.
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