Friday, September 23, 2016

Ago. 17, 2016

Hoy tuvimos tu última cita con el cirujano plástico para ver la recuperación de tu cicatriz. Estuviste preocupada todo el camino de la casa al doctor, pensando en que te iban a hacer algo que no te gustaba, pese a que te había asegurado que sólo iban a mirarte la frente. Ya en la consulta, el doctor hizo ademán de buscar algún instrumento en las gavetas detrás de ti y tu cara de pánico pronto se transformó en una súplica con lágrimas de que por favor no te hicieran nada. Al final, como te había dicho, no te hicieron más nada en la visita que observar cómo evolucionaba tu cicatriz. Para celebrar la mejoría nos fuimos a comer helado antes de tu clase de Ballet. El helado que pediste era tan grande que teníamos cero chance de que te lo acabaras antes de que comenzara tu clase, y además, te gustó tanto el helado que yo pedí, que comías de los dos.

Este fin de semana estuvimos en El Valle y aprovechamos que el tío Erick visitaba Panamá con toda la familia para reunirnos un grupo de amigos con los hijos. Durante esos días tuviste una verdadera banda de amigas ya que mis 4 amigos tenían todos hijas mujeres. Qué bonito es ser amigo de alguien desde la infancia y luego ver nuestros hijos jugar juntos. Otra cosa que destacar sobre tu fin de semana es que le perdiste el medio a montar a caballo (al menos por ahora). Al parecer solo faltaba que mamá y yo no estuviéramos presentes y ver a tus amigas haciéndolo también, para convencerte de tratar. Ya después me dijeron que ni te querías bajar del caballo al final.

Mientras corrías en el patio como loca con tus amigas y jugaban a yo no sé qué, de pronto soltaste a todo volumen un escandaloso improperio: "Ayala &@%£¥" y por unos segundos hubo un silencio total, el cual solo fue cortado por el grito de tu madre diciéndome a toda voz: "eso fue culpa tuya." Y después, haciendo la salvedad a todos los presentes: "eso se lo enseño él." Te amo hija. Gracias por hoy.



No comments:

Post a Comment