Tuesday, August 9, 2016

Jul. 13, 2016

Te gusta un niño de tu escuela. TERROR. Como padre de una hija, me he hecho experto en un corto tiempo en el arte de la negación. Yo supe siempre, como persona racional, que en algún momento estos temas serían parte del día a día de criarte, pero qué fácil es vivir en denial de que eso va a pasar y de repente, sin aviso, a los 5 años ya son los “boys” un factor adicional en la trama de nuestra pequeña gran historia.
Hoy fue un día especial para ti por dos razones! La primera, es que la maestra de ballet te dijo que ya estabas lista para pasar a la siguiente clase con las niñas mas grandes. Al principio creo que te dio un poco de pánico y decías que no querías ir a esa clase. Incluso hoy me decías que por favor te llevara a la clase de las 4, la que ya conocías. Pero una vez estabas dentro de ese estudio comenzaste a tomar confianza y decidiste que ese era el lugar para ti. La segunda razón es que al fin se cayó el diente que nunca se cae!

Finalmente, luego de semanas de estar al borde de la caída, Esther logro convencerte para amarrar un hilo al diente y sacarlo. Lloraste. Más del susto que del dolor, me cuentan, ya que yo no estaba en el momento. Pero de inmediato estabas feliz, mostrando el nuevo espacio entre tus dientes a quien se te parara en frente. Habíamos hablado de dejarle queso al ratón, pero tu también querías dejar galletas y leche (y spaghetti con carne, a lo que tu mamá pronunció un rotundo no), como a Santa. En fin, todo iba de maravilla hasta que se perdió el diente. Justo antes de dormir, al preparar todo para el ratón, te diste cuenta que el diente había desaparecido. Lo sacaste de su cajita para “limpiarlo” y de ahí no supimos mas nada de él. TRAGEDIA. Hubo llanto, hubo tristeza, ira y resignación por unos 15 minutos hasta que logramos convencerte de que igual vendrían a visitarte esta noche (tanto el ratón como el hada. Mamá nos dijo a los dos que vendría un hada también). Para convencerte fue necesario responder interminables preguntas como “por donde entran?” Usan el elevador?” “Como saben que se me cayó el diente?” Y así nos fuimos un rato hasta que decidiste tú misma, hacerle un mapa a ambos para que encontraran el apartamento sin problema. Te amo hija. Gracias por hoy.




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