Debido a ciertos cambios en mi trabajo, se ha visto alterada
mi usual rutina semanal, dejándome efectivamente sin vida social. Sin embargo,
algo positivo de todo esto es que he podido pasar más tiempo contigo en
momentos en los que antes no podía (y aún mis miércoles son el único día que
permanece sin cambios). En estas semanas te he podido llevar a tus clases de
natación y así ver tu progreso más de cerca, pero me he dado cuenta que cuando
estoy ahí contigo, por alguna razón, estás más reacia a intentar cosas nuevas
con tu maestra. Debido a esto, he optado por esconderme durante tu clase,
mientras te observo y definitivamente estás más dispuesta a hacer otras cosas
cuando no me ves por ahí.
Hoy al recogerte en la escuela, como vi que estaba pronto a
llover, te pedí que me acompañaras a Do It Center, y por supuesto estabas feliz
de acompañarme. Por suerte hoy sí había palomitas de maíz y al acercarnos a
buscarlas, una señora te ofreció servirte pero le dijiste: “Yo soy una niña
grande y puedo servirme solita, gracias.” Me da risa como desde ya, utilizas tu
edad para tu propia conveniencia. Para algunas cosas eres “chiquita” y para
otras eres “grande.” Como te hemos dicho que dormir sola en tu cuarto es de
niña grande, entonces a veces te quieres hacer la chiquita para así dormir con nosotros.
La otra noche me dijiste: “Buenas noches papá. Hoy me voy a dormir solita, como
niña grande, pero después me paso a tu cuarto. Te parece buena idea?” Te amo
hija. Gracias por hoy.
No comments:
Post a Comment