Estabas aterrada de que fuera para una inyección, y con las
lágrimas enjugándose en el borde de tus ojos me miraste y me dijiste que no
querías inyecciones porque “sacan sangre”. Te abracé (ahí sentí como tu
corazoncito latía súper fuerte y tu cara se ponía rojita, dándome cuenta que de
veras tenías miedo) y te prometí que hoy solo te iban a revisar los pulmones y
los oídos y que nadie te iba a hacer “pulla, pulla” como dice el Dr. Lo primero
que hiciste cuando viste al Dr. Fue informarle que no querías inyección y
cuando te dijo que no iba a haber pulla, pulla hoy, procediste a enseñarle tu
manicure y a preguntarle si a él le gustaba tu esmalte con escarcha. Te amo
hija. Gracias por hoy.
Wednesday, May 28, 2014
May. 28, 2014
“Papá, y adonde se va mi caca?” Después de meses de
enseñarte el uso adecuado del baño (algo en lo que tu mamá ha sido incansable
desde el primer momento), ahora lo que queda son este tipo de retos educativos para
los cuales no sé si alguna vez estaré preparado. Cuando llegues a adulto te
importarán tan poco este tipo de cosas,
pero ahora llenan la copa de tu curiosidad. Entre una cosa y otra te expliqué el
funcionamiento de las tuberías, que se llevan el agua, que van bajo tierra, etc…
Cada respuesta seguida por un “y, por qué?” Ya sé que de ahora en adelante los “por
qués” estarán a la orden del día. Pronto dejaste a un lado el tema de la caca
para preguntarme por qué los niños no se sientan para hacer pipí como las
niñas.
Hoy no fuiste a la escuela, así que nos quedamos casi toda
la mañana en casa pintando y haciendo manualidades. Pintaste un cuadro para mí
(bueno, la verdad es que nunca se sabe contigo porque a veces cambias al
destinatario sin previo aviso. Esta misma pintura hoy también fue de tu nana,
de tia Maggie, de tu abuela y después mía nuevamente!) y también le hiciste una tarjeta de cumpleaños
a una tía. Resulta que ayer amaneciste resfriada y como hoy seguiste con una
tos fea, decidimos llevarte al Dr.

Wednesday, May 21, 2014
May. 21, 2014
Debido a ciertos cambios en mi trabajo, se ha visto alterada
mi usual rutina semanal, dejándome efectivamente sin vida social. Sin embargo,
algo positivo de todo esto es que he podido pasar más tiempo contigo en
momentos en los que antes no podía (y aún mis miércoles son el único día que
permanece sin cambios). En estas semanas te he podido llevar a tus clases de
natación y así ver tu progreso más de cerca, pero me he dado cuenta que cuando
estoy ahí contigo, por alguna razón, estás más reacia a intentar cosas nuevas
con tu maestra. Debido a esto, he optado por esconderme durante tu clase,
mientras te observo y definitivamente estás más dispuesta a hacer otras cosas
cuando no me ves por ahí.
Hoy al recogerte en la escuela, como vi que estaba pronto a
llover, te pedí que me acompañaras a Do It Center, y por supuesto estabas feliz
de acompañarme. Por suerte hoy sí había palomitas de maíz y al acercarnos a
buscarlas, una señora te ofreció servirte pero le dijiste: “Yo soy una niña
grande y puedo servirme solita, gracias.” Me da risa como desde ya, utilizas tu
edad para tu propia conveniencia. Para algunas cosas eres “chiquita” y para
otras eres “grande.” Como te hemos dicho que dormir sola en tu cuarto es de
niña grande, entonces a veces te quieres hacer la chiquita para así dormir con nosotros.
La otra noche me dijiste: “Buenas noches papá. Hoy me voy a dormir solita, como
niña grande, pero después me paso a tu cuarto. Te parece buena idea?” Te amo
hija. Gracias por hoy.
Wednesday, May 14, 2014
May. 14, 2014
No sé qué te has creído tú últimamente que piensas que tu
hora de dormir es después de las 10 de la noche. Definitivamente algo estamos
haciendo mal tu madre y yo para que esa energía te dure SIN SIESTA hasta elevadas
horas de la noche. Somos unos congos. Por supuesto, esta mañana no podías con
tu vida. Ninguno de mis intentos de despertarte funcionaban, así que te saqué
de la cama y te senté para ponerte tu ropa, pero no podías quedarte despierta.
Resulta que tratar de vestir a una persona dormida no es nada fácil!

Hoy al recogerte en la escuela venías con la boca toda llena
de azúcar en polvo. Al principio yo no sabía lo que era pero te pregunté y me
contaste que te dieron Mini Donuts en la escuela y que estaban muy muy ricos y
que ahora querías ir al parque (a pesar de la amenaza de lluvia, pensé que
sería buena idea para bajar ese “sugar rush” evidente). Así que fuimos al
parque un rato. Tratamos de tirarnos con un cartón en las lomas de grama, pero
como había estado lloviendo en la semana, aún estaba todo un poco húmedo y no
resbalaba muy bien. Como me pediste a mí que lo intentara primero, sólo
conseguí salir disparado del cartón, llenándome de lodo. “Papá, esto no sirve, vamos
al columpio.”
Mientras te columpiaba llegó un señor, un fotógrafo de un
periódico local, buscando tomar fotos de familias juntas al aire libre. A las
12 mediodía de un miércoles, éramos los únicos ahí, así que el señor nos tomó
fotos a los dos y prometió enviarnos algunas. Pronto empezó a llover y tuvimos
que salir corriendo para el carro, cubriéndonos con el cartón que habíamos
llevado para deslizarnos. Esto te pareció gracioso y me pediste que nos tomara
una foto con el cartón. Al llegar al estacionamiento viste mi carro estacionado
y me dijiste: “papá, ese es mi carro?” Cuál, respondí yo, y me dijiste “ese,
gris, el que tiene la vincha en la parte de arriba.” Vincha Valentina? “Si
papá, la vincha donde va tu tabla de surf” (los Racks en el techo). Te amo hija. Gracias por hoy.
Wednesday, May 7, 2014
May. 7, 2014
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