Wednesday, December 3, 2014

Dic. 3, 2014

En estos días, imitar y querer hacer las cosas “yo solita,” son tus comportamientos favoritos. A veces se torna un poco frustrante para nosotros, tus padres, el que quieras ejercer tu independencia (léase, hacer todo lo que quieras) porque desde ya crees que sabes lo que es mejor para ti y lo quieres todo a tu manera. Por otro lado entiendo que nos estas probando a ver hasta dónde te permitimos llegar y es nuestra oportunidad de establecer las reglas del juego. Poco a poco te va mejor al intentar hacer ciertas cosas tu sola, y te hace tan feliz cuando lo logras que no pierdo la oportunidad de enseñarte a hacer lo que me pides, siempre y cuando no me parezca inapropiado. Pero así mismo como te hace feliz el lograr hacer cosas tu sola, te frustras cuando las cosas no te salen como quieres.

Hoy salimos a montar bicicleta en la tarde y por alguna razón sentías que la bici no iba tan rápido como querías. Paraste, la examinaste y me dijiste que pensabas que había que repararla porque iba muy lento. Te dije que cuando llegáramos a casa le íbamos a echar aceite a la cadena para que fuera más rápido y te encantó la idea. Como “andaba lenta,” la bici, ya me hiciste caminar de vuelta a la casa con bicicleta en mano porque no la querías montar hasta que la arregláramos. Por supuesto querías hacerlo sola, así que te enseñe cómo hacerlo y media lata de aceite después, estabas satisfecha con tu trabajo (y el piso, yo y los alrededores llenos de aceite lubricante).  Ya que estábamos en el asunto mecánico, te dio por querer ver el motor de mi carro para “arreglarlo” también. No hice más que abrir la tapa y quedaste fascinada con todos los componentes mecánicos, el abanico (“papá, al carro le da calor? Porque aquí veo un abanico”) y las tapas para los fluidos de motor.

Hay dos cosas que quieres aprender y que te frustra un poco no poder hacer aún. Una es silbar, y aunque te moleste no poder, a mi me encanta verte tratar de hacerlo. Aunque te aseguro que con el tiempo aprenderás, es poco consuelo para ti. Así mismo, en estos días te ha dado por querer guiñar el ojo y anoche tu mamá y yo reíamos al verte tratar de hacerlo mientras con una mano te agarrabas el párpado de un ojo para evitar que se cerrara. Te amo hija. Gracias por hoy.



No comments:

Post a Comment