En estos días, imitar y querer hacer las cosas “yo solita,”
son tus comportamientos favoritos. A veces se torna un poco frustrante para
nosotros, tus padres, el que quieras ejercer tu independencia (léase, hacer todo
lo que quieras) porque desde ya crees que sabes lo que es mejor para ti y lo
quieres todo a tu manera. Por otro lado entiendo que nos estas probando a ver
hasta dónde te permitimos llegar y es nuestra oportunidad de establecer las
reglas del juego. Poco a poco te va mejor al intentar hacer ciertas cosas tu
sola, y te hace tan feliz cuando lo logras que no pierdo la oportunidad de
enseñarte a hacer lo que me pides, siempre y cuando no me parezca inapropiado.
Pero así mismo como te hace feliz el lograr hacer cosas tu sola, te frustras
cuando las cosas no te salen como quieres.
Hoy salimos a montar bicicleta en la tarde y por alguna razón
sentías que la bici no iba tan rápido como querías. Paraste, la examinaste y me
dijiste que pensabas que había que repararla porque iba muy lento. Te dije que
cuando llegáramos a casa le íbamos a echar aceite a la cadena para que fuera más
rápido y te encantó la idea. Como “andaba lenta,” la bici, ya me hiciste
caminar de vuelta a la casa con bicicleta en mano porque no la querías montar
hasta que la arregláramos. Por supuesto querías hacerlo sola, así que te enseñe
cómo hacerlo y media lata de aceite después, estabas satisfecha con tu trabajo
(y el piso, yo y los alrededores llenos de aceite lubricante). Ya que estábamos en el asunto mecánico, te dio
por querer ver el motor de mi carro para “arreglarlo” también. No hice más que
abrir la tapa y quedaste fascinada con todos los componentes mecánicos, el
abanico (“papá, al carro le da calor? Porque aquí veo un abanico”) y las tapas
para los fluidos de motor.
Hay dos cosas que quieres aprender y que te frustra un poco
no poder hacer aún. Una es silbar, y aunque te moleste no poder, a mi me
encanta verte tratar de hacerlo. Aunque te aseguro que con el tiempo
aprenderás, es poco consuelo para ti. Así mismo, en estos días te ha dado por
querer guiñar el ojo y anoche tu mamá y yo reíamos al verte tratar de hacerlo
mientras con una mano te agarrabas el párpado de un ojo para evitar que se
cerrara. Te amo hija. Gracias por hoy.
No comments:
Post a Comment