Desde que estabas en la barriga de tu mamá, ella te ha leído
todo tipo de cuentos. Aun con la influencia de la tele y tu ipad (en donde por
alguna razón estás obsesionada con Mr. Bean. En serio… Mr. Bean? No sé de donde
sacas eso) son muchas las ocasiones en que prefieres los libros, y los cuentos
son parte esencial de tu rutina para dormir. Ahora, además de que te lean, te
encanta a ti inventar cuentos para echar. Todo el tiempo quieres contar cuentos
y tu primo Santi es una de tus víctimas preferidas para tus inventos. El otro
día mientas venía en el carro con ustedes dos, le contabas a Santi sobre las
hadas. Él te hacía preguntas al respecto y tú elaborabas con lujo de detalles
cada respuesta. Le contabas sobre cómo eran las casas de las hadas con techos
de hojas y ventanas pequeñas porque las hadas son, en efecto, pequeñas también.
Veo en ti mucho de tu abuela Abi, en el cuidado que pones al enseñar y al
asegurarte que las preguntas de Santi quedaran completamente resueltas, hasta
ayudándolo a deletrear palabras difíciles: “Santi, sabes decir pequeño? Dices
así, PE-QUE-ÑO, a ver repite conmigo.”
Tuesday, May 26, 2015
May. 13, 2015
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment