Hoy fue un miércoles especial, el primero con el nuevo
integrante de nuestra familia, tu hermano Lorenzo. Me alegra mucho ver todo el amor que
demuestras por él y cómo quieres ayudar mucho a mamá con su cuidado y atención. Sé que tienes las mejores intenciones para
con él pero a veces tú quieres cuidarlo a tu manera y no como te decimos mamá y
yo que lo hagas, lo cual resulta en movimientos un tanto bruscos y un deseo
inquebrantable de apretarle la partecita suave de la cabeza, además de unas
constantes ganas de cargarlo. Estoy seguro que con el tiempo y paciencia
aprenderás a tratarlo con mucho más cuidado.
Aunque he notado que tienes ciertos comportamientos
últimamente que buscan llamar la atención, siento que has sido muy receptiva a
la idea de tener un hermanito, y (al menos por ahora) no lo has sentido como
una competencia. Siendo además la niña afortunada que eres, muchos de tus tíos
y amigos de nosotros llegaron a casa y al hospital con regalos también para ti,
para ayudarte a sentir que todo esto es una gran celebración que te incluye a
ti.
Esta semana está con nosotros tu Tití Frances de visita y tú
te has adueñado de ella completamente. Ni al baño dejas que vaya sola,
inventándote siempre algún juego que jugar y buscando algún cuento que
leer. Hoy fuimos al súper los tres
mientras mamá se quedaba en casa dando de comer a Lorenzo. Tú estabas FELIZ en
el mercado mostrándole todo a tu tía,
corriendo y gritando por los pasillos. En una ocasión te pedí que me esperaras
con tu tía cuidando el carrito de compras mientras yo iba a otro pasillo y de
repente escucho (sin verte porque estabas del otro lado del súper y en otro
pasillo) un grito que decía: “PAPAAAAAAA
TE AMO MUUUUUCHOOOOOOO! ME OISTEEEEEEEE?” Yo también te grité de vuelta
mientras me reía feliz. Te amo hija. Gracias por hoy.
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