Pocos sonidos son tan gratificantes y tan bien recibidos por
un padre como el de un hijo llamando su nombre con alegría y emoción al
encontrarse. Esta semana no he podido casi estar contigo como usualmente lo
estamos y cuando llegué a verte mientras dabas tu clase de natación te
emocionaste mucho. Apenas me viste empezaste a gritar “papi, papi!” y le
dijiste a la maestra que te ibas un momentito a saludarme antes de salir
corriendo a darme un abrazo mojado, mientras me decías lo feliz que estabas de
verme. Qué momento tan simple y
perfecto, me hiciste el día.
Wednesday, March 25, 2015
Mar. 25, 2015
Mar. 18, 2015

Hoy luego de buscarte a la escuela nos fuimos a tu clase de
natación. Estás ya en una etapa en la que la maestra te enseña técnicas de
emergencia para que, si llegas a caer en la piscina estando sola, sepas que
hacer. En esta ocasión tenías que tirarte a la piscina con todo y tu ropa
puesta pero tú no querías por alguna razón (raro, pues ya lo habías hecho
antes) así que te agarré y los dos nos tiramos a la piscina con ropa puesta. Tu
falta de ganas rápidamente se convirtió en diversión y seguiste feliz con tu
clase.
Anoche nos mataste a mamá y a mí de la risa durante la cena,
y es que de repente te paras y comienzas a darnos instrucciones y hacernos
preguntas. Yo estaba completamente perdido, pero mamá sabía exactamente lo que
estabas haciendo: imitando textualmente a tu teacher de pre-kinder, como si
estuviéramos todos en tu salón de clase. Me enseñaste cómo ponerme en fila para
salir del salón, cuándo ir a recoger mi lonchera y me enseñaste a cantar la
canción del alfabeto. Me encanta cuando me hacer reír. Te amo hija. Gracias por
hoy.
Mar. 11, 2015
Este fin de semana fue la boda de mi primo Juan y nos fuimos
todos a El Valle para celebrar y pasar un rato con toda la familia. Hace meses
nos habían pedido el favor de que caminaras en la ceremonia junto a tu primo
Santi, con un hermoso vestido blanco hecho para la ocasión. Tú estabas muy
emocionada con el vestido y una corona de flores que debías llevar puesta
también, hasta el momento en que inició la ceremonia y algo cambió. Lloraste
prácticamente desde la puerta de la iglesia hasta el Altar. Mi teoría es que
fue por mero cansancio porque estuviste corriendo y jugando desde temprano en
la mañana y nunca fuiste a descansar, lo cierto es que realmente no lo sé. Lo
que sí sé es que la pasaste muy bien en la fiesta porque fue en un hermoso
espacio abierto donde corriste sin parar y hasta terminaste deslizándote en las
lomas de grama usando tu traje como tobogán.
A tu padrino se le ocurrió la gran idea de enterrar “huesos
prehistóricos” una mañana, en un sendero cerca de nuestro hotel, para que luego
Santi y tú pudieran ir a escavar y descubrir los fósiles. Nos fuimos todos
entonces a buscar fósiles con ustedes y echar una caminadita por el bosque.
También aprovechamos para visitar un zoológico y jardín botánico con tus primas
a quienes adoras. Como si fuera poca tanta actividad, tu vida social nos sigue
hasta afuera de la ciudad y te encontraste con tu amiguita de la escuela, Inés,
quién me pidió que te llevara a su casa para jugar un rato, así que dejamos a
mamá en el salón de belleza y nos fuimos a visitarla.
Esta tarde te pasé a buscar a la escuela y estabas tan
feliz! Se nota que la estás pasando muy bien en tu nueva escuela y eso me hace
inmensamente feliz. En unas horas tenías tu clase de natación, pero antes
íbamos a casa a comer y me pediste que antes de la clase viéramos una película
juntos. Tu película favorita del momento se llama “Enchanted,” y es la que
querías ver conmigo. En la película sale una princesa que está perdida en New
York y que usa un canto especial para llamar a sus amigos animales cuando
necesita de su ayuda. Cada vez que ella la canta, vuelan los pajaritos (y otros
animales) rápidamente adonde está la princesa. El fin de semana, mientras
caminábamos por el bosque cantabas esa melodía sin parar, y frustrada, nos
dijiste a mamá y a mí: “por qué no vienen los pajaritos donde mí, si yo canto
bien la canción?” Te amo hija. Gracias por hoy.

Mar. 4, 2015
El primer día no querías ir a tu nueva escuela y tuve que vestirte en la madrugada entre llantos e intentos de huida, mientras me decías que querías ir al Jardín de la Cuadra (tu antigua escuelita). Finalmente te calmaste y nos fuimos a iniciar esta nueva aventura. En tu salón te estaba esperando mamá y en ese momento se te olvidó que no querías ir a la escuela nueva, pudiendo entonces iniciar tranquila tu primer día.
Hoy te pasé a buscar después de tus clases y mataba por saber cómo te había ido el día de hoy y que cosas habías hecho así que empecé con la clásica pregunta de: “como te fue en la escuela hoy?” “Bueno papá, hoy me divertí mucho! Saltamos, hicimos volteretas, corrimos y me paré de cabeza.” Te pregunté, “Valentina, pero solamente tenían clase de gimnasia hoy?” a lo que me respondiste con una carcajada: “mentira papá, es un chiste! Lo que pasa es que yo soy muy chistosa.” Te amo hija. Gracias por hoy.
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