El otro día revisando las fotos que quedaron en mi cámara
luego de la boda de mi primo, me encontré también con varios ejemplares que
había olvidado estaban ahí. Mientras estábamos en la iglesia y luego en la
fiesta me pediste la cámara para tomar algunas fotos y se me había pasado hasta
ahora revisar para ver que tal quedaron. Para mi sorpresa, no solo te divierte
tomar fotos sino que realmente puedo notar que tomas fotos deliberadamente y
con un fin específico porque a veces, cuando crees que te quedó mal la foto,
vuelves a intentar el mismo encuadre o mandas a las personas a posar como tú
quieres. Me sorprendió ver el resultado de tus fotografías y he decidido
guardarlas también para que tú misma las puedas ver en el futuro. Aquí en éste
capítulo de hoy, incluyo la que más nos gustó a tu mamá y a mí.
Hoy luego de buscarte a la escuela nos fuimos a tu clase de
natación. Estás ya en una etapa en la que la maestra te enseña técnicas de
emergencia para que, si llegas a caer en la piscina estando sola, sepas que
hacer. En esta ocasión tenías que tirarte a la piscina con todo y tu ropa
puesta pero tú no querías por alguna razón (raro, pues ya lo habías hecho
antes) así que te agarré y los dos nos tiramos a la piscina con ropa puesta. Tu
falta de ganas rápidamente se convirtió en diversión y seguiste feliz con tu
clase.
Anoche nos mataste a mamá y a mí de la risa durante la cena,
y es que de repente te paras y comienzas a darnos instrucciones y hacernos
preguntas. Yo estaba completamente perdido, pero mamá sabía exactamente lo que
estabas haciendo: imitando textualmente a tu teacher de pre-kinder, como si
estuviéramos todos en tu salón de clase. Me enseñaste cómo ponerme en fila para
salir del salón, cuándo ir a recoger mi lonchera y me enseñaste a cantar la
canción del alfabeto. Me encanta cuando me hacer reír. Te amo hija. Gracias por
hoy.
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