Parece que Santa pudo entender
casi todo lo de tu carta porque te trajo muchas de las cosas que querías.
Desafortunadamente, sprinkle llegó tarde con la noticia de que también querias
una pelota, pero tengo una leve sospecha de que los reyes magos se encargarán
de eso. Resulta que en Puerto Rico los reyes magos son unos Rock Stars y traen
regalos casi que a la par de Santa, así que tu segunda navidad empieza en unos
días. Al fin te enteraste que nos vamos de viaje a ver a tus abuelos, y todo
gracias a sprinkle, quien antes de irse, te hizo una notita con la gran noticia
de que nos íbamos para puerto rico. 
Tu padrino y tia Kayla se las
arreglaron con santa para ellos regalarte otra de las cosas que tu mas querías:
unos patines! El mismo día de navidad, salí contigo a la calle para enseñarte
como andar en patines. Enseñarte a patinar en las mismas calles en donde yo de
niño aprendí a montar patineta y bicicleta es un sentimiento indescriptible. Al
principio te frustaste un poco por lo dificil que es patinar (a decir verdad,
los patines nunca fueron lo mío, asi que no fui muy experto en su uso) pero
luego, aunque te caías, lo encontraste muy divertido. Para seguir con el tema
navideño, ayer te llevé tambien a patinar, pero esta vez en hielo! Al principio
te sentí con miedo, todo era nuevo para ti y estabas nerviosa, pero
literalmente en el primer momento que pusimos los pies en el hielo y te
agachaste para tocarlo, tu cara fue de completa sorpresa, quedaste enganchada.
Creo que ya pensabas que de algun lado iban a salir Olaf, Anna y Elsa a patinar
con nosotros por la emoción que tenías. Aprovechamos para hacer nuestra primera
guerra de nieve, formando el hielo en bolitas para así tirarlas como proyectil,
mientras mamá y Lorenzo nos observaban desde el otro lado de la barrera de
seguridad.
Ayer mientras cenábamos en casa, me
dijiste que no querias que yo fuera mas a trabajar para que me quedara contigo
y mama en casa. Yo te prometí que ahora que ibamos a Puerto Rico nadie iba a
trabajar y que íbamos a estar juntos todos los días, pero tu me dijiste que no
querias que fuera nunca mas a trabajar, ni mamá y que tu tampoco querias
trabajar. Yo te dije que tu no trabajabas que por qué decias eso, y me
respondiste “papá, mi trabajo es ir a la escuela.” Te amo hija. Gracias por
hoy.
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