Tuesday, February 23, 2016

Dic. 9, 2015

Hoy salías más temprano de la escuela que de costumbre así que estuvimos juntos desde la mañanita. Desafortunadamente amanecí sintiéndome mal y no pude hacer tantas actividades como te hubiera gustado. Me daba un poco de dolor porque te veía con tantas ganas de que estuviera corrinchando contigo, jugando las escondidas o meciéndonos en los columpios, pero la verdad es que no podía acompañarte en esos juegos. Aunque sí te llevé un ratito al parque de la casa, tuviste que conformarte con jugar conmigo a la tienda de helados con el play-doh y ver una nueva película que te encanta (nueva para ti), que se llama el día horrible de Alexander (o algo así).

Ayer fue el día de las madres en Panamá y tú me querías ayudar a hacerlo muy especial para mamá, así que nos levantamos tempranito sin hacer bulla, buscamos a tu hermanito, y nos fuimos a la cocina a preparar el desayuno para llevarle a la cama.  El que no hayas ido corriendo a despertar a tu mamá apenas te levantaste es un verdadero milagro pre-navideño porque es lo que haces usualmente cuando te despiertas, venir corriendo a despertarnos a nosotros. Mamá se despertó antes de que pudiéramos llevarle el desayuno a la cama, pero ya casi lo teníamos listo así que desayunamos todos juntos antes de irme a trabajar y luego tu solita lavaste los platos (algo que me sorprendió mucho).


Este fin de semana pusimos las decoraciones navideñas en casa. El arbolito quedó completo y con tu ayuda guindamos todos los adornos que hemos acumulado en nuestros cortos años de ser una familia. Al día siguiente de ponerlo, tu duende, sprinkle, amaneció trepado en lo más alto del árbol y cuando llegué del trabajo, noté que ahora tenía una carta de navidad para santa, que obviamente habías escrito tú. Asumí, naturalmente, que mamá te había ayudado a poner la carta ahí, sin embargo ella ni la había visto! Tú sola te trepaste (para mi terror) en el sofá, luego en el respaldar y en puntillas colocaste la carta en lo más alto (esto lo sé porque, al no creerte, tomaste la iniciativa de demostrarme en vivo cómo lo habías hecho). Cuando te pregunté qué le habías pedido a santa en la carta, me dijiste que un scooter y unos patines, pero “no creo que él entienda nada porque ni yo misma entiendo lo que escribí.” Te amo hija. Gracias por hoy. 

No comments:

Post a Comment