Hoy, ni tu mama ni yo
estamos ahí contigo y no dejamos de extrañarte y pensar en ti. Por primera vez
desde que naciste nos vamos de tu lado por tanto tiempo y confieso que ambos
nos sentimos un poco culpables, aunque sabemos que estás en buenas manos con tus
abuelos, tu nana y tus tíos. Me cuenta tu abuela que has estado muy contenta
porque ya regresó tu primo, Santi, y te la has pasado jugando con el sin parar,
ya que tenían mucho tiempo sin verse y además tienen todos sus juguetes nuevos
de Navidad con que divertirse.
Esta semana te
divertiste en grande! Fuimos a boquete y pasaste unos días muy emocionantes con
tus amigos Tomás y Marifer. Es obvio que te encanta estar en el campo y estabas
feliz viendo animales de granja, cosechando vegetales y frutas y corriendo a
rienda suelta por patios y fincas. Por alguna razón te causó cierta impresión
el hecho de que tío Fernando y yo hayamos subido al volcán y, junto a Marifer,
hasta se pusieron a imitar la subida a la montaña mientras me decías:
"papá, papá mira, Marifer y yo estamos escalando la montaña" al mismo
tiempo que subían una piedra en el jardín del restaurante donde comíamos.
Desde lejos te pienso
y te amo hija. Gracias por hoy.
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