Tu reacción al vernos la mañana que llegamos no tiene precio.
Mamá y yo escuchamos tu puerta abrirse tempranito en la mañana y rápidamente corrimos
al pasillo para que fuéramos lo primero que vieras cuando salías de tu cuarto. Al
vernos, tus enormes ojos chocolates se agrandaron aún más en una expresión de
total incredulidad y comenzaste a correr en sitio, sin moverte, así como para
tomar impulso y volar hasta donde estábamos nosotros (me recordó a la cómica
del correcaminos cuando agarraba impulso para huirle al coyote). “Mamá! Papá!”
Gritabas emocionada, y llegaste hasta donde nosotros para llenarnos de abrazos
y besos. Estabas desesperada por jugar de todo con nosotros. Empezaste a sacar
libros para que mamá leyera, querías ver cómicas, jugar, pintar… de todo! De
repente, agarraste un petate que había en el cuarto y me dijiste que tenías
ganas de ir a la playa. Pusiste el petate en el piso del cuarto y me dijiste
que eso era para no llenarse de arena mientras se tomaba el sol, invitándome a que
me acostara a tu lado. No conforme con solo tomar sol, te paraste
repentinamente y buscaste 2 tablas de surf imaginarias y me invitaste a surfiar
en el pasillo contigo. Me encanta tu imaginación.
Hablando del surf, aún le tienes un poco de miedo al agua.
Tu aprehensión a nadar nace un día en la piscina cuando hundiste la cabeza
accidentalmente y tragaste un poco de agua, causándote una impresión que hasta
ahora no se ha disipado. He tratado de enseñarte un poco a nadar pero después de
ese incidente ha sido más difícil así que decidimos buscar la ayuda de un
experto y comenzaste la semana pasada tu primera clase de natación. Tu tía
Kayla nos hizo el favor de llevarte, y aunque al principio no estabas muy
convencida, creo que el hecho que compartiste la clase con tu primito ayudo un
poco a que te sintieras más a gusto.
Hoy fuimos al parque juntos y se sintió muy bien volver a la normalidad de
mis días contigo princesa. Parece exagerado, pero en esta edad que tienes, dejar de verte por
tan solo unos días da la impresión de que creciste mientras no te estábamos viendo.
Y por más que me encanta viajar, amo estar presente para verte crecer y
convertirte en la persona que llegarás a ser. Te amo hija. Gracias por hoy.
No comments:
Post a Comment