La despedida fue
triste. Ya con 3 años empiezas a entender mejor cómo funcionan ciertas cosas y,
desafortunadamente, eso incluye darte cuenta de que las despedidas significan
separación. Estas semanas con tus abuelos fueron mágicas tanto para ellos como
para ti sobretodo porque les diste tu completa atención durante cada segundo de
nuestra visita (en las noches te pasabas a su cuarto en vez del nuestro,
querías que Abi te bañara, que te diera de comer y te quedabas feliz con ellos
mientras tu mama y yo nos íbamos de paseo por la isla) y aunque esto también lo
hace un poco más difícil para tus abuelitos, debes estar segura que los dejas
con pruebas irrefutables de tu inmenso amor hacia ellos.
Aún me sorprende cómo
desde ahora reconoces tu casa de Puerto Rico, los parques y las calles del
barrio, hasta la casa de tus bisabuelos, a pesar de no pasar allí la mayoría
del tiempo y también cómo tu personalidad poco a poco se desarrolla en una mezcla
de idiosincracias puertorriqueñas y panameñas (y personalmente, me encanta
cuando regresas a Panamá hablando con acento boricua).
Ya de regreso en
Panamá, esperamos la llegada de los Reyes Magos. Siguiendo la tradición boricua
te llevamos a recoger hierba para darle de comer a los camellos cuando los
reyes vengan a dejarte tus regalitos. También nos alistamos para ir de paseo a
Boquete en donde te espera tu Amiga Marifer y en esas 6 horas de camino, me di
cuenta de que ya estás en la edad del "ya llegamos?" No hija, aún
faltan 4 horas más! Te amo hija. Gracias por hoy.
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