El otro día me sentía mal y pensé que me estaba resfriando
porque me dolía un poco la garganta. Estabas en mi cuarto cuando me escuchaste
quejarme y me dijiste que me quedara quietecito que tú ibas a curarme. Te
fuiste rápidamente del cuarto y después de un ratito regresaste vestida de pies
a cabeza con uniforme e instrumentos de doctor (con tu disfraz de la doctora
juguetes) para examinarme. Me explicaste con calma lo que ibas a hacer y me
dijiste que solo la inyección me iba a doler un poquito pero que tenía que ser
valiente. Me tomaste la presión, escuchaste mi corazón y revisaste mis oídos,
ojos y nariz antes de darme un pinchazo (aún no tengo claro con qué me
inyectaste, pero según tú me iba a curar). Al día siguiente viniste donde mí y me
preguntaste: papá, ya te sientes mejor?” y cuando te respondí que sí, me
preguntaste emocionada “te curé yo verdad?” Te amo hija. Gracias por hoy.
Wednesday, November 5, 2014
Nov. 5, 2014
Al fin llegó Halloween, tu día esperado. Una amiga nos
invitó a su urbanización para ir a hacer “trick or treat” y fuimos para allá
con tu mamá y muchos otros amiguitos que también estaban invitados a la fiesta.
Después de hacer pruebas con 1,000 disfraces, finalmente terminaste luciendo el
de Princesita Sofía para el gran día, y no es por nada, pero te quedó precioso.
Antes este día me daba un poco de estrés porque, al menos hasta ahora, has sido
alérgica al chocolate y siempre me preocupaba el tener que estar pendiente de
que no te fueran a dar chocolate sin que nos diéramos cuenta o que te pusieras
triste porque los demás niños si comen y tu no. Digo, qué niño no quisiera
comer chocolates! Dios sabe que yo no puedo vivir sin los chocolates. Pero me
ha sorprendido tu entender sobre tu propia condición y a veces hasta le
explicas a la gente que no puedes comer chocolate porque te salen
ronchitas. Y, aunque a veces te damos
una probadita para saciar tu curiosidad, quedas satisfecha con tan solo ese
poquito. Además del Halloween, y aún más importante, es que esta semana son las
fiestas patrias de Panamá, en las cuales celebramos la independencia y muchas
otras cosas más. Por supuesto, te tocó vestirte de “panameñita” con tu pollera
montuna para ir a la escuela así que estas últimas fueron semanas de diversas
vestimentas, disfraces y apreciaciones culturales.
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