Thursday, March 10, 2016

Mar. 9, 2016

Casi todas las mañanas desayunamos juntos. Me levanto ultra temprano para preparar mi café antes de irte a buscar a tu cuarto, aun en la penumbra del alba. Como en esta época del año sigue oscuro a la hora que te despierto, tu entusiasmo por comenzar el día es aún más inexistente que en días normales y no siempre es fácil sacarte de la cama. En algún momento llegué a pensar que tu mal humor mañanero iba a ser algo pasajero que se iría al ir creciendo, pero ya a estas alturas, creo que simplemente no eres ni serás un “morning person.” Aunque nos sentamos juntitos en la mesa a desayunar sin mayor problema, no logro casi que me dirijas la palabra y para las pocas preguntas que te hago,  ofreces un tibio sí o un no como respuesta (o algún tipo de balbuceo ininteligible). Aun así, eres el mejor comienzo para mis días.

Si tengo alguna habilidad para ser padre, el saber peinarte continúa no siendo una de ellas. Tu mamá y tus abuelas lo hacen ver tan fácil; tu nana parece haber tomado un doctorado en peinado estructural porque ni viendo planos y maquetas entenderé jamás como peinarte con estilos que desafían las leyes de la física. El otro día, luego de darte un baño, te peinaba el cabello aún mojado, procurando sacar todos tus nudos suavemente y luego dejar tu invariable galluza (o pollina, en el vernacular boricua) cubriéndote la frente como te gusta. Yo, muy orgulloso de mi labor estaba convencido de hacer un buen trabajo en este asunto del peinado, hasta que te escuché hablando con tu nana, quien te preguntó que quién te había peinado y tú con un tono burlón respondiste “mi papá,” al tiempo que ambas se echaban a reir. Aún no sé qué fue lo que hice mal pero investigaré ya que sé lo tan importante que es la galluza para ti. Ni para Ballet quieres cambiarte el peinado y creo que eres la única en tu clase con una… al menos sí te dejas hacer la tortita en la parte de atrás. Un día, al verme poner gel en mi cabello, me dijiste: “quiero que te hagas un peinado con Galluza, así como el mío.” Yo te pregunté si no te gustaba mi peinado y me dijiste que sí, pero “prefiero verte con galluza.” Te amo hija. Gracias por hoy.  



No comments:

Post a Comment