Wednesday, March 9, 2016

Feb. 24, 2016

Anoche celebramos el cumpleaños oficial de Santi en su casa con familia, amigos y un cake de dinosaurio. Luego de la última vez que se quedó en casa a dormir no se habían vuelto a ver hasta hoy y se desbordaban de la alegría. Sabía que iba a ser difícil sacarte de casa de tu primo al tener que irnos, pero tía Kayla te invitó a quedarte a dormir ahorrándonos así la despedida.
Hoy tuviste tu primera clase verdadera de Ballet, con tu uniforme completo, incluyendo los zapatitos. No sé quién estaba más emocionado, si tú o yo. Me ilusionó tanto imaginarte bailando con todo tu atuendo, que tuve que salirme temprano del trabajo para tratar de llegar a tiempo y ver parte de tu clase antes que se acabara. Me encantó verte vestida así! Me encantó como seguías las indicaciones de la maestra y, aun cuando nunca habías hecho algo similar antes, parecías disfrutar mucho del solo hecho de aprender. Puedo notar que aun sientes un poquito de pena ya que no conoces bien a tus compañeras y las teachers, lo sé porque estuviste calladita todo el tiempo, algo poco usual en ti. No me cabe la menor duda, sin embargo, que eso no durará nada, solo espero que cuando finalmente agarres confianza, no quieras estar tratando de dar la clase a la par de tu maestra. La verdad es que ya llevabas mucho tiempo pidiéndonos entrar a una clase de ballet y ya era hora que nos decidiéramos a hacerlo.
En casa, mamá también ilusionada con tus ánimos de baile, te ofreció además meterte en clases de flamenco, ya que ella ama este baile y mata por verte vestida con el traje de baile tradicional. Tu no demostraste ningún aparente entusiasmo en el famoso baile español y solo pudiste responder a tu madre: “yo no quiero ningún flamingo, solo quiero bailar ballet.” Te amo hija. Gracias por hoy


No comments:

Post a Comment