Este fin de semana te llevó
Ino a pescar junto con Santi al lago. Desafortunadamente, tu tío no llevó ni su
teléfono ni su cámara así que nunca veremos fotos de la salida, sin embargo sé
que te divertiste porque así me lo dijiste. Aunque también sé que Ino y Santi
suelen quedarse más tiempo (sospecho que para ti un par de horas fue
suficiente), en esta ocasión se fueron a la piscina luego de haber agarrado y
liberado dos peces. El domingo en la tarde no había manera de que te montaras
en el carro cuando te pasé a buscar. Querías quedarte aún más tiempo con Santi
y tus tíos. Lloraste en el carro hasta quedarte dormida.
Hoy mientras te llevaba al
ballet trataba de sacarte información sobre tu día en la escuela. Tus
respuestas son cada vez más escuetas y mientras yo sigo buscando a aquella niña
de Kinder que me lo contaba todo. Sin embargo, siempre me dices que ya te
acostumbraste a primer grado y que te encanta. Que te gusta más que Kinder. 
Antes de bajarnos del
carro, llegó el momento de intentar hacerte la tortita de ballet en el pelo. Te
habías venido sin peinar y (siempre es tu nana o mamá quien te la hace) me
entregué, sin opción alguna, a tratar de hacer con tu pelo un moño decente.
Fracasé. Más o menos. Intenté varias veces y tu un poco preocupada me decías
que aún no estaba bien hecho, que quedaba muy suelto. Finalmente, me di por
vencido y dejé lo más cercano posible a una torta que pude. Te prometí entonces
que iba a aprender a hacerte ese peinado de ballet para que siempre pudieras ir
con tu pelo en orden aunque mamá y Reyna no estén. Tú me dijiste: "ok
papá. Hoy no importa. Yo sé que tú hiciste tu mejor esfuerzo." Te amo hija
. Gracias por hoy.
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