Thursday, August 31, 2017

Ago. 30, 2017

Anoche, justo antes de acostarte a dormir comenzó una tormenta eléctrica con truenos ensordecedores que estremecían las ventanas y puertas. Generalmente esto ya no sería un problema para ti, pero hace poco a tu hermano comenzaron a darle miedo las tormentas y tú decidiste que a ti también volverían a asustarte. Por suerte tu hermano ya se había dormido y estaba tan cansado que ni se dio cuenta, pero como yo acababa de leerte un cuento y de salir de tu cuarto, te levantaste de la cama apenas sonó el primer trueno y viniste donde mamá y yo. Por esta razón terminé despertando en tu cama esta mañana.
En el fin de semana fuiste con mamá y Lorenzo a un nuevo dentista especialista en niños. Queríamos hablarle de tu dedo, el cual aún te chupas durante la noche y de cómo eso afectaría tu dentadura. Además, estaba también programada una limpieza general. Tu hermano, al ver que te recostaban en la silla y te rodeaban con luces e instrumentos, en vez de asustarse, pidió que lo subieran a la silla para acostarse a tu lado y hacerte compañía.
En la mañana te invité a acompañarme a correr en la cinta costera. La idea era que montaras bicicleta a mi lado mientras que yo hacía ejercicio. La verdad es que no te entusiasmó mucho la idea, pero igual accediste a acompañarme y terminaste pedaleando casi 5 kilómetros sin parar hasta que ya en el regreso me dijiste que no podías más y te ayudé cargando tu bicicleta una distancia más hasta que llegamos a jugar al parque. Nunca habías montado bici en un espacio tan amplio, casi que sin obstáculos, y te veías tan contenta, y tan libre! Sé que lo disfrutaste mucho porque antes de llegar a casa, ya me habías preguntado cuando volveríamos. Te Amo hija. Gracias por hoy.




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