Llegaron Abi y Abu! El
acontecimiento de la semana ha sido definitivamente la visita de tus abuelos, y
comenzó corriendo porque prácticamente desde que aterrizaron, nos fuimos a
conocer Panamá con toda la familia. Por supuesto que el efecto chicle con Abi
empezó de inmediato y aún hoy, después de 6 días aquí, no te le despegas.
Además de la emoción de
explorar y conocer nuevos lugares, los días en el campo también sirvieron para
hacerte enfrentar algunos de tus miedos e inseguridades, sobre todo el de
montar a Caballo, que por alguna razón te causaba terror y te rehusabas a
acercártele al animal. Esta vez cabalgaste tranquila como si estuvieras
acostumbrada a hacerlo, mientras eras guiada por tu abuelo. Te metiste en una
cascada enorme, nos lanzamos de frente sobre las olas de Punta Barco, que
rompían con explosiva fuerza en la orilla y nadamos juntos docenas de metros
río arriba entre cañones de roca para encontrar una pequeña caída de agua,
aunque admito que no fue fácil convencerte de esta larga nadada. Con Ino y
Santi fuimos a explorar senderos naturales, y con ellos dos te diste un gran
baño de lodo en los charcos del camino. Finalmente, pero no menos importante,
tuviste tus dos días enteros de piscina en la casa playa de mi tío. Pocas cosas
te hacen tan feliz como saber que tienes una piscina a tu entera disposición.
Hoy tus abuelos también te
acompañaron al ballet. Como venía tarde, les pedí que te llevaran y me
encontraba con ustedes allá. Tú estabas tan emocionada de que ellos estuvieran
en tu práctica de ballet que ni te diste cuenta que fui a verte. La verdad es
que verte así de ilusionada y contenta no tiene precio. Te amo hija. Gracias
por hoy.
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